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Las mujeres estadounidenses aprovechan los pocos obstáculos para entrar al negocio del cannabis; en 2013 este sector generó cerca de 1,800 millones de dólares.

NUEVA YORK (CNNMoney) — La marihuana para fines recreativos o medicinales es legal en 23 estados de la Union Americana. De forma rápida, las ventas han aumentado a la par de la legalización. En 2013, la industria generaba ingresos por 1,800 millones de dólares (alrededor 32,400 millones de pesos), así­ la industria del cannabis se ha vuelto un imán para las mujeres que quieren hacer negocios.

El valor de esta industria se estimaba en 5,400 mdd ( 97,200 millones de pesos) en 2015, tomando en cuenta los modelos de negocios en evolución, según el ArcView Group, una empresa dedicada a las inversiones y las investigaciones sobre el cannabis.

“La industria del cannabis es tan nueva que hay muy pocos obstáculos para entrar, particularmente en el caso de las mujeres”, dijo Giadha DeCarcer, directora ejecutiva y fundadora de New Frontier, organismo que hace análisis de datos para la industria de la marihuana.

Dijo que lo más importante es que el prejuicio a favor de los hombres no es tan marcado como en muchos otros sectores. Eso fue lo que llamó la atención de DeCarcer, quien solí­a trabajar como banquera de inversiones y consultora de tecnologí­a y defensa.

“En todos esos sectores los hombres dominan en gran medida. Para mí­ fue lo más frustrante”, dijo. “Era más difí­cil llegar a la cima”.

DeCarcer puso en marcha New Frontier en 2014. Dijo que el valor y el tamaño del negocio se duplicaron en menos de un año. Mencionó que es muy rentable, pero no habló de sus ingresos.

Las mujeres representan 36% de los ejecutivos en el mercado del cannabis. Esa cifra rebasa por mucho el promedio nacional de mujeres en cargos ejecutivos en todos los sectores que se calcula en 22%, según un informe conjunto de la publicación Marijuana Business Daily y del Pew Research Center.

Es difí­cil saber cuál es la cantidad exacta de empresarias dedicadas al cannabis. Sin embargo, las pruebas anecdóticas dan indicios sólidos de que las mujeres se están ganando un lugar.

Jane West encabeza esta tendencia. Ella se considera “orgullosa consumidora de cannabis”, fue una de las fundadoras de Women Grow, un grupo de gestión de redes para mujeres en el sector del cannabis. A su primer evento de 2014 asistieron 70 personas. Ahora tiene divisiones en 44 ciudades, 21,000 suscriptoras a su semanario y 30,000 seguidores en Instagram.

La cumbre de Women Grow iniciará el 3 de febrero en Denver, Estados Unidos. West espera que haya más de 1,500 asistentes al evento de tres dí­as, entre los que estarán la cantautora Melissa Etheridge.

“En este sector no hay más que oportunidades para las mujeres. Necesitamos difundirlas”, dijo West. “A las mujeres se les están ocurriendo ideas de negocios geniales. Muchas de ellas están motivadas por su labor por la legalización de la marihuana”.

Salwa Ibrahim ha impulsado la legalización de la marihuana desde hace mucho. “También soy de la zona de la bahí­a San Francisco, lugar en el que nació el movimiento por la marihuana medicinal”, expresó.

En 2012, Ibrahim y su socia abrieron Blum, un dispensario de marihuana medicinal en Oakland, California. Su curva de aprendizaje fue pronunciada, pero tomó decisiones inteligentes para afianzar su negocio rápidamente.

“Atraje al mejor talento posible y les di los incentivos necesarios para que se quedaran y para que crecieran con el negocio”, dijo.

Ahora, Blum atiende a entre 800 y 1,000 pacientes al dí­a; se añadió un centro de cultivo, una planta de producción y da empleo a 70 personas. Más de la mitad del personal son mujeres.

En enero, Terra Tech Corp compró su negocio. Ibrahim sigue siendo directora ejecutiva y ya tienen dos dispensarios más: uno en Las Vegas y otro en Reno, Nevada.

En el aspecto del cultivo, siguen predominando los hombres y eso no le cae nada bien a Jennifer Gote.

Llegó al sector por necesidad. “Salí­ de una relación mala y me volví­ madre soltera con cuatro hijos”, dijo Gote, quien viví­a en Arizona. Una amiga le sugirió que buscara trabajo como podadora en una planta de producción de marihuana.

“Así­ empecé”, cuenta. En un año habí­a aprendido todo lo que habí­a que saber sobre el negocio: cultivo, cosecha, empaque y distribución.

Cuando quedó vacante un cargo gerencial, ella se postuló y la ascendieron. “Me gané el respeto de todos porque trabajé para llegar a la cima”, cuenta.

Renunció en noviembre de 2015 y abrió AOW Management, una empresa de administración de cultivos de cannabis y dispensarios. “El negocio va muy, muy bien”, dijo.

Sin embargo, Gote ahora quiere que haya más mujeres a su lado en el negocio. “Me encantarí­a contratar mujeres”, dijo. “De hecho, en este momento contratarí­a mujeres sin experiencia. Así­ puedo enseñarles desde el principio todo lo que aprendí­”.

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