El lunes, Trump recurrió a la plataforma de Twitter para atacar a Pakistán, diciendo: “Estados Unidos le ha dado absurdamente a Pakistán más de 33.000 millones de dólares en ayuda durante los últimos 15 años y ellos nos han dado nada más que mentiras y engaños, tomando a nuestros líderes como unos tontos. Dan refugio seguro a los terroristas que cazamos en Afganistán, con poca ayuda ¡Ya no más!”.
No quedó claro por el momento por qué el presidente decidió comentar sobre Pakistán.
Estados Unidos ha acusado desde hace mucho tiempo al gobierno de Estambul de permitir que los milicianos operen con relativa libertad en las regiones fronterizas de Pakistán para realizar operaciones en la vecina Afganistán.
En agosto, Estados Unidos dijo que mantendría sus 255 millones de dólares en asistencia militar para Pakistán hasta que ese gobierno tome medidas enérgicas contra los extremistas que amenazan a Afganistán.
En cuanto a Irán, los tuits de Trump parecieron responder a las protestas antigubernamentales generalizadas en esa nación islámica. El presidente tuiteó el lunes que Irán está “fallando en todos los niveles” y expresó su apoyo a los manifestantes, diciendo que es “TIEMPO DE CAMBIAR”.
Aunque algunos iraníes han compartido los tuits de Trump, muchos desconfían de él porque se ha negado a avalar el actuar acuerdo nuclear con varias potencias mundiales y porque las actuales prohibiciones estadounidenses a viajeros de otras naciones han impedido que los iraníes obtengan visas norteamericanas.
El domingo por la noche, antes de dirigirse a una lujosa fiesta para despedir 2017 en su club privado, el presidente predijo que 2018 será un “año tremendo”.
Trump dijo que el mercado de valores seguirá al alza y que las empresas seguirán llegando a Estados Unidos a un “ritmo rápido”. Además citó varios logros de su presidencia, incluyendo la reforma fiscal, la apertura de la Reserva Nacional de Vida Salvaje del Ártico para prospecciones petrolíferas y la derogación de la ley nacional de sanidad pública.
“Será un 2018 fantástico”, dijo Trump, ataviado con un esmoquin, a su entrada en el dorado salón de baile de acompañado por la primera dama, Melania Trump, y su hijo Barron.
Preguntado por su reacción a las declaraciones del líder de Corea del Norte, Kim Jon Un, acerca de la existencia de un botón nuclear en su mesa, el dirigente republicano respondió diciendo: “Ya veremos”.
Entre los invitados a la fiesta estaban los altos asesores de la Casa Blanca Ivanka Trump y Jared Kushner, los hijos del presidente Eric y Donald Trump Jr. y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin.
Desde su llegada a la Casa Blanca, Trump ha realizado frecuentes visitas a sus propiedades. Se negó a desprenderse temporalmente de su imperio inmobiliario y hotelero, lo que le reportó críticas de expertos en ética.
Antes en el día, Trump cerró 2017 con un video de autotributo en el que abordó lo que considera sus logros más importantes y la retórica de su primer año en la presidencia.
En el video, que dura tres minutos y medio, pueden verse escenas de Trump con soldados, agentes de la patrulla fronteriza y otros líderes mundiales mientras dice de su país: “Dimos vida al mundo moderno y daremos forma al mundo de mañana con la fuerza y habilidad de las manos estadounidenses”.
Trump citó su éxito a la hora de designar un juez para la Corte Suprema, sus esfuerzos para reducir regulaciones y su gran victoria en la reforma fiscal, que describió de forma errónea como “la mayor reducción de impuestos en la historia del país”.
El dirigente publicó el video con un mensaje de Año Nuevo: “Ha sido un buen año y apenas estamos comenzando. ¡Juntos estamos HACIENDO GRANDE A ESTADOS UNIDOS DE NUEVO! ¡¡Feliz año nuevo!!”