ahmsa03-030615_eeEL TIEMPO.- Latente riesgo para un sector estratégico en la soberaní­a nacional; el arancel a las importaciones chinas no afectarí­a a otros ramos como el automotriz México podrí­a terminar convirtiéndose en maquilador de acero, en lugar de productor, con lo que ello implica para la soberaní­a del paí­s, si no se actúa pronto para defender comercialmente a la industria nacional de las importaciones desleales.

Así­ lo señaló Francisco Orduña Mangiola, Director de Comunicación Social de Altos Hornos de México, quien explicó que el problema al que se enfrenta ahora el sector siderúrgico nacional es de velocidad de reacción del gobierno federal ante la crisis que se presenta a nivel mundial y que es más fuerte en nuestro paí­s por la fragilidad de las polí­ticas de defensa comercial.

Entrevistado en el programa radiofónico de Darí­o Celis, subrayó Orduña que la petición de los acereros es una acción inmediata, “Reforzar nuestras fronteras comerciales en este momento y empezar a perfeccionar nuestra legislación para que no nos vuelva a pasar lo que está ocurriendo hoy en dí­a”.

Explicó que los socios comerciales de México, tanto los de Europa como Estados Unidos, tienen una legalidad comercial más avanzada que la nuestra e incluso la están endureciendo, como las resoluciones aprobadas en la Cámara de Representantes y el Senado estadounidense para endurecer la legislación comercial internacional.

“Nosotros estamos a kilómetros de distancia y la Secretarí­a (de Economí­a) pretende, dice, que nosotros estamos en las grandes ligas y tenemos que jugar con ese tipo de resoluciones como las antidumping. El problema es que estamos entrando a las grandes ligas con un equipo llanero, porque nuestra legislación está llena de agujeros, es obsoleta. Entonces en lo que perfeccionamos nuestra legislación va a pasar tiempo y lo que no tenemos en este momento, frente a este tsunami de importaciones desleales, es tiempo”, indicó.

Las legislaciones entre Estados Unidos, Canadá o Europa y la nuestra, abundó el entrevistado, son diametralmente opuestas en cuanto ha contenido, amplitud y velocidad, “No podemos compararnos con ellos”.

Al recordar que la energí­a, la agricultura y el acero son la base de la soberaní­a de cualquier paí­s, indicó que México está en riesgo de terminar convirtiéndose en una maquilador, en vez de productor de acero, pues en las condiciones actuales AHMSA tendrí­a que cerrar la producción primaria, empezar a importar acero confeccionado en China, planchón chino, para maquilar acero laminado.

“Y eso significarí­a de inicio el recorte de otros 4 mil trabajadores directos”, indicó Orduña, recordando que en la presente semana el presidente de Altos Hornos de México, Alonso Ancira Elizondo, advirtió de que si no se toman medidas se tendrá que profundizar el ajuste anunciado a principios de mes.

Respecto a la afectación que se ha dicho tendrí­an otras industrias como la automotriz, en caso de aplicarse aranceles a las importaciones de acero, el entrevistado explicó que aunque ese ha sido un argumento de la Secretarí­a de Economí­a, lo cierto es que el automotriz es un sector privilegiado y protegido.

Explicó que hay aranceles que protegen a la industria automotriz, y tienen además opciones especiales para la importación de sus insumos, como las importaciones temporales y la Regla Octava. “Y si se pone un arancel, el arancel se puede acomodar. El arancel afectarí­a a los paí­ses con los cuales no tenemos tratados internacionales, no a aquellos paí­ses con los cuales tenemos tratados comerciales”.

“Estamos tratando de cerrarles la frontera al problema del tsunami chino, los chinos tiene en este momento 400 millones de toneladas de excedente de acero, 20 veces más de lo que produce México”.

La semana anterior, explicó, la tonelada de planchón chino se estuvo ofreciendo en 300 dólares, cuando el insumo, por ejemplo la chatarra, cuesta 280 dólares. “Bueno con 20 dólares tú no produces planchón, es imposible, son precios falsos. Pero en las fronteras comerciales están permitiendo que ese acero entre y estamos perdiendo empleos”.

Respecto al plan de ajuste anunciado, que implicó cancelar inversiones por tres mil 900 millones de pesos, reducir la plantilla laboral propia y las de empresas contratistas, despidiendo a un aproximado de 4 mil 500 personas, dijo que el dí­a 30 de junio habrá salido todo el personal de confianza considerado en el recorte, y en la primera quincena de julio los externos.

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