beso-de-judas-cristo-biblia-religion(CNN) — Escuché un clip de radio en el que se anunciaba un discurso que di recientemente en una iglesia; mencionaron que yo lidio con algunos de los “más grandes pecadores de todos los tiempos”.

Pensé: ¿Será cierto? ¿La gente que queda atrapada en adicciones pecaminosas a la pornografí­a y al sexo se considerará parte de los más grandes pecadores de todos los tiempos? Probablemente no.

No cabe duda de que se considera que Judas, uno de los discí­pulos de Jesús según la Biblia, es el mayor pecador de todos los tiempos por lo que le hizo a Jesús.

Este es el pasaje del Evangelio de Lucas, capí­tulo 22, versí­culos 21 y 22: “¿Saben que la mano del que va a traicionarme está con la mí­a, sobre la mesa? Es verdad que el Hijo del Hombre se irá según está decretado”.

Hasta ahí­ no hay sorpresas. Pero para quien lo entregue, para quien traicione al Hijo del Hombre, es el fin.

Déjenme decirles algo sobre lo que la Biblia dice acerca de Judas.

Jesús lo eligió personalmente como su apóstol.

Pasó tres años y medio viajando con Jesús.

Vio todos los milagros de Cristo en persona.

Vio cómo Cristo sanó a los enfermos, resucitó a los muertos y expulsó demonios.

En cuanto a su experiencia con Jesús, se puede decir lo mismo de Pedro, Santiago y Juan que de Judas.

Además, se encargaba del dinero, por lo que la mayor parte del tiempo era el hombre en quien el grupo confiaba más. Nadie sospechaba que Judas traicionarí­a a Jesús, lo que me dice que era creyente.

Su vida cambió.

Conoció personalmente a Jesús.

En un momento sombrí­o de su vida, cometió un error. Uno grande. Vendió a Jesús por 30 monedas de plata, más o menos. En el momento en el que se dio cuenta de lo que habí­a hecho, sintió remordimiento y se suicidó.

No vengo a debatir sobre teologí­a. Los hechos son los hechos. No creo que Judas haya sido un “infiltrado”, como el personaje de un reality showque está allí­ para sabotear el juego desde el principio. Creo que cometió un error y pasó a la historia como el mayor pecador de todos los tiempos.

Judas escuchó cada mensaje, vio cada milagro y de todas formas, se equivocó.

Recientemente pregunté en mi página de Facebook: “¿Judas está en el cielo o en el infierno?”.

La primera respuesta fue: Judas está en el infierno hoy. Ha estado allí­ por 2,000 años y estará allí­ para siempre.

Hay un botón en Facebook que ha empezado a gustarme. Se llama “eliminar de mis amigos”. No te eliminaré de mis amigos porque creas algo distinto a lo que yo creo, simplemente no necesito tener más amigos teólogos en Facebook que hablen con tal confianza cuando se trata del lugar que ocupa alguien en la eternidad.

En mi muro de Facebook continúa el debate. Me encanta ver cómo todos están convencidos de que saben si Judas está en el cielo o en el infierno.

No sé quién logra entrar, de hecho. ¿Creo en el cielo y en el infierno? Sí­. Creo que uno es oscuridad y otro es luz y que ambos duran para siempre.

Lo que me parece interesante es que en la habitación en la que Jesús y sus discí­pulos compartieron su última cena juntos, los 12 discí­pulos hablaron de por qué eran tan maravillosos. Pedro salió de la habitación y negó a Jesús tres veces. Judas salió de la habitación y vendió a Jesús por 30 monedas.

Uno se suicidó, otro construyó la Iglesia que conocemos hoy. Tanto Pedro como Judas cometieron el mismo pecado. Ambos negaron a Jesús. Pero ¿por qué la mayorí­a de la gente piensa que uno se fue al cielo y el otro al infierno?

Este no es el debate en el que deben participar los cristianos. No sabemos. En vez de perder el tiempo en esta clase de discusiones dentro de nuestro pequeño mundo cristiano, tal vez deberí­amos inspeccionar nuestro interior en esta Pascua.

Es más fácil debatir estos asuntos y especular sobre los demás que vernos al espejo. Siempre es más fácil pensar que a alguien le va peor que a nosotros.

Pero tal vez conforme nos acercamos a la Pascua, podamos recordar que la cruz y la tumba deberí­an acallar todos estos debates entre cristianos. Todos nos quedamos cortos y merecemos morir, pero gracias a lo que Jesús hizo en la cruz, hace 2,000 años, podemos vivir. Creo que sólo Dios sabe en donde terminaremos.

Craig Gross es pastor y fundador del sitio XXXchurch.com. Ha escrito siete libros y da conferencias sobre varios temas en todo Estados Unidos.

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