especiales_carstens_624x351(CNNExpansión) —El Banco de México ( Banxico) dijo este viernes que si el peso sigue depreciándose frente al dólar, el paí­s podrí­a enfrentar una mayor inflación.

“La depreciación sostenida de la moneda nacional podrí­a representar un riesgo al alza para la inflación, si bien dicho riesgo se compensa en parte por la holgura prevaleciente en la economí­a”, dijo el Banco Central en su anuncio de polí­tica monetaria en el que decidió dejar la tasa de interés de referencia en 3%.

Banxico agregó que los movimientos en la divisa mexicana se han dado en forma ordenada con niveles de liquidez adecuados y dijo que puede haber mayor volatilidad.

Señaló que la evidencia de años demuestra que el traspaso de movimientos cambiarios a los precios es bajo y que su efecto sobre la inflación tiende a ser transitorio.

“No es que estemos viendo ya un efecto del tipo de cambio sobre la inflación. También hay que considerar que muchos precios de materias primas y de insumos de los mercados globales han caí­do de precio, entonces eso podrí­a incluso moderar el impacto; es decir, al traducir los precios a locales, si los precios en dólares están cayendo, pues también puede compensar un poco ese efecto”, dijo en entrevista Rafael Camarena, analista de Santander.

El peso mexicano ha caí­do 5.7% desde mediados de noviembre hasta la fecha, golpeado por la expectativa de una pronta alza de tasas de interés en Estados Unidos y más recientemente por una caí­da del precio internacional del petróleo.

Este viernes, la divisa en su cotización interbancaria, registra un descenso de 0.98% a 14.2890 unidades por dólar a la venta, de acuerdo con cifras de Banamex. En ventanillas bancarias, el dólar se vende en 14.60 pesos.

El Banco de México dijo también que la economí­a mexicana moderó su ritmo de crecimiento en el tercer trimestre, debido a que el consumo continúa debilitado y el gasto del Gobierno no ha tenido el efecto que se esperaba.

“Si bien las exportaciones han continuado evolucionando de manera favorable y la inversión privada ha mostrado signos de recuperación, el consumo privado sigue sin registrar señales claras de reactivación y los efectos del gasto público sobre la actividad económica no se han manifestado plenamente”.

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