“Voy a seguir sus pasos y les voy a dejar un Uruapan, un Michoacán, un México que él hubiese querido”, dijo la viuda del alcalde asesinado tras rendir protesta en el Congreso de Michoacán.
CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Entre aclamaciones y gritos de indignación por el asesinado del alcalde Carlos Manzo, su viuda asumió el miércoles la presidencia municipal de la ciudad occidental de Uruapan, en el violento estado de Michoacán, que fue escenario de protestas en los últimos días por el crimen.
Rodeada de decenas de personas que le gritaban “¡presidenta!” y “¡no estás sola!”, Grecia Quiroz, viuda de Manzo, acudió al Congreso de Michoacán en la ciudad de Morelia, capital del estado, para asumir la dirección de la alcaldía hasta el 2027.
“El legado de Carlos Manzo va a seguir. Así hayan callado su voz, así quienes hayan dado la indicación de arrebatarle la vida de manera más cruel, esto seguirá”, dijo Quiroz, vestida de negro y con un sombrero en su mano izquierda, como los que solía usar el fallecido político que bautizó su organización independiente como el “Movimiento del Sombrero”.
“Hoy vengo con un corazón destrozado porque me quitaron a mi compañero de vida, a mi compañero de lucha, al padre de mis hijos, pero hoy también vengo con este valor que él me enseñó. Vengo con la entereza con la que él se levantaba todos los días a luchar, a combatir, a alzar la voz, a gritar, a pedir auxilio, por nuestro municipio, por nuestro estado de Michoacán, por nuestro México”.
Sheinbaum compromete apoyo
Más temprano, la presidenta Claudia Sheinbaum informó que se reunió el martes con Quiroz en el palacio de gobierno y que se comprometió con ella a apoyar a Uruapan en el marco del “Plan Michoacán por la Paz y la Justicia” que presentó para reforzar la seguridad en ese estado.
“Hoy, con mucha dignidad, y con la frente en alto como él me lo enseñó, voy a seguir sus pasos, voy a ser la persona que él siempre estuvo orgulloso, voy a guiar a mis hijos por el buen camino, y les voy a dejar un Uruapan, un Michoacán, un México que él hubiese querido”.
El crimen de Manzo, ocurrido la noche del sábado en Uruapan, desató protestas entre el domingo y el martes en esa localidad, Morelia, y Apatzingán, donde el 19 de octubre fue tiroteado el dirigente de los productores de limón de esa región Bernardo Bravo.
El alcalde, de 40 años, murió en un hospital de Uruapan tras recibir siete impactos de bala que le disparó un pistolero en una plaza de esa ciudad y en medio de decenas de personas que participaban en las celebraciones del Día de Muertos. El atacante murió en la plaza tras ser tiroteado por personal de seguridad del alcalde.








