El escritor mexicano reflexionó en torno a las analogías que existen entre ambas actividades

México.- El escritor mexicano Juan Villoro aseguró que “el futbol es, además de un deporte popular, un modo de identificarnos como seres lúdicos”, y es tal su penetración en la sociedad, que la Federación Internacional de Futbol Asociado (FIFA) tiene más países socios que la Organización de las Naciones Unidas (ONU). “Incluso, muchas naciones le hacen más caso a la FIFA que a la ONU”, rubricó.

En entrevista con Notimex en el marco del coloquio internacional “Teatro y Futbol”, el autor de cuentos, novelas, crónicas y ensayos explicó que el quehacer teatral sí tiene qué ver con el futbol en la medida que ha influido mucho en las reacciones de los jugadores, aunque ellos eventualmente no lo sepan. “Muchas veces, los aficionados decimos que alguien en la cancha está ‘haciendo teatro’ al fingir una lesión”.

Sin embargo, el reconocido autor nacido en la Ciudad de México el 24 de septiembre de 1956, apuntó que “hay formas mucho más creativas de la teatralidad dentro del futbol, que tienen que ver con las jugadas de engaño, con las fintas, con los desplazamientos enteros de los equipos, con las jugadas de pantalla y otras más, lo que le da al futbol una gestualidad única y muy rica”, y eso, es parte de su gran éxito.

Muy pocos deportes, resaltó el autor de “El libro salvaje” (Fondo de Cultura Económica), tienen la capacidad de representarse a sí mismo, en cambio, en el futbol es notable que de pronto un delantero actúe de una manera muy específica. “Y lo hace no solamente para agradar a la tribuna, sino para sortear, engañar y vencer al contrario; César Luis Menotti, entrenador argentino, dice que el futbol es el único sitio donde le gusta que lo engañen”.

Esa dimensión teatral del futbol lo convierte en un deporte sumamente especial, porque se representa a sí mismo, lo cual se complementa con la participación del público que igual que en el teatro cumple un papel muy importante. “Hay toda una dramaturgia y una serie de experimentos teatrales que buscan incorporar al público y subirlo al escenario. El futbol aún no ha llegado a tanto, pero las porras influyen en los equipos”, añadió Villoro.

Sobre lo anterior, explicó que cuando un equipo juega como local, el público que lo apoya puede influir en el marcador. Lo mismo para, dijo, “con la palabra que forma parte de las narraciones de futbol y todas esa épica que lo convierte en algo que no solamente sucede en la cancha sino en la mente de los aficionados, tal y como ocurre en el teatro, donde de pronto alguien es un actor, pero también es un personaje”. Esa es la magia del binomio.

A través de la palabra, los futbolistas se convierten en personajes, adquieren apodos y se transmutan en figuras legendarias y míticas. Desde la perspectiva del entrevistado, hay figuras como el entrenador o el director técnico, que equivalen al director de una obra de teatro, quien traza los movimientos escénicos, el guión de la obra, los repliegues y todo lo que han alrededor de una puesta en escena; Villoro tiene por pasiones al teatro y al futbol.

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