LA GACETA.- “Auxilio, se apagó un motor”, fue lo último que dijo uno de los pilotos del avión de TransAsia Airways que ayer se estrelló en un río de Taiwán. Esto se desprende de una grabación de control de tránsito aéreo que refleja el intercambio entre los encargados del vuelo 235, que llevaba 58 personas a bordo, y la torre de control. Como consecuencia del accidente murieron 31 personas; hubo 15 sobrevivientes y 12 personas aún están desaparecidas. El avión se dirigía a la isla taiwanesa de Kinmen.
El alcalde de Taipéi calificó de héroe al piloto por haber evadido edificios en la caída, lo que probablemente evitó un desastre mayor. El avión, en cambio, tocó con una de sus alas a un taxi y a un paso sobre nivel y se estrelló en aguas poco profundas después de despegar de un aeropuerto en la capital taiwanesa. “Realmente intentó todo lo que pudo”, comentó el alcalde Ko Wen-je, al hablar acerca del piloto, con su voz quebrada por los sollozos. El piloto y copiloto del avión turbohélice ATR 72-600, casi nuevo, figuran entre los fallecidos.
Un motor puede apagarse cuando el suministro de combustible es interrumpido o cuando existe una falla de combustión, pero la aeronave de dos motores generalmente puede seguir volando con sólo uno de ellos funcionando. El video de un aficionado grabado por una cámara localizada en el parabrisas de un auto muestra cómo el avión evitó por poco las edificios cerca del aeropuerto Songshan. “La reacción inmediata del piloto salvó a muchas personas -dijo Chris Lin, hermano de uno de los sobrevivientes-. Yo fui piloto y sé bastante sobre la reacción necesaria en este tipo de situaciones”.
Analistas aeroespaciales dijeron que era demasiado pronto para decir si los pilotos elevaron intencionalmente el avión por sobre los edificios; sí notaron que la tripulación pudo haber apuntado hacia el río para reducir la cantidad de víctimas fatales. Un panorama más concluyente sólo saldrá a la luz cuando las autoridades entreguen los detalles de las grabadoras de datos y voz de la cabina del avión, que fueron recuperadas ayer.
El accidente fue el más reciente de una serie de desastres aéreos en Asia en los últimos 12 meses y el segundo de TransAsia en los últimos siete meses. Un funcionario dijo que la aerolínea daría a la familia de los fallecidos U$S 38.198 dólares para gastos funerarios. Dos transeúntes también resultaron heridos.