1550315La candidata demócrata perdió el apoyo de 11% de intención de voto, según un sondeo de The Washington Post y la cadena ABC News; su equipo niega que la reapertura de una investigación por el uso de un servidor privado cuando era secretaria de Estado pueda costarle la elección

Donald Trump acortó la distancia con Hillary Clinton en la carrera por la Casa Blanca tras la reapertura de una investigación del FBI sobre el uso de un servidor privado cuando la demócrata era secretaria de Estado.

Una encuesta de ABC News/The Washington Postdivulgada ayer otorga una ventaja de apenas un punto porcentual a Clinton, de 46% contra 45% para el candidato republicano.

A principios de la semana pasada, Clinton sacaba 12 puntos de ventaja en esa encuesta.

Un tercio de los encuestados asegura que están menos inclinados a apoyar a Clinton después de que el FBI anunciara el viernes que está examinando nuevos correos electrónicos que pudieran estar relacionados con el uso, cuando Clinton era secretaria de Estado, de un servidor privado para sus correos electrónicos.

El FBI dio a conocer ayer que obtuvo una orden judicial para continuar examinando los correos de Clinton.

En la última encuesta del sitio RealClearPolitics, Clinton ostenta una ventaja de 3.4 puntos sobre el candidato republicano a nivel nacional.

En Florida, un estado vital para llegar a la Casa Blanca, Trump se puso al frente con 46% de las adhesiones contra 42% para Clinton, según otro sondeo de The New York Times Upshot/Siena College Research
Institute.

Trump no tardó ayer en hacer alarde de las nuevas estimaciones: “Ahora estamos liderando en muchas encuestas, y muchas de ellas fueron realizadas antes de que se anunciara la investigación criminal el viernes”, escribió el candidato en Twitter.

En un mitin en Las Vegas, Nevada, Trump aseguró que el FBI está investigando a su rival para acusarla “por conducta ilegal y criminal”.

El jefe del FBI, el republicano James Comey, anunció el viernes la reapertura de la investigación que había archivado en julio.

Pese a todo, los estrategas de Clinton no creen que la pesquisa del FBI pueda costarle las elecciones, según aseguró ayer Robby Mook, jefe de campaña de la candidata demócrata.

“Tenemos más de 50 mil voluntarios ahí afuera, estamos viendo un récord en el número de voto temprano (…) Tenemos un buen presentimiento sobre esa participación récord”, añadió.

LOS ESTADOS QUE DEFINIRÁN LAS PRESIDENCIALES

Los candidatos a la Casa Blanca centran sus campañas en 13 entidades e ignoran el resto del país.

WASHINGTON.– Las elecciones del 8 de noviembre en Estados Unidos se decidirán en una decena de estados, donde la disputa es particularmente ajustada o donde el voto puede empujar todo proceso en una dirección u otra.

Hillary Clinton y Donald Trump dedican casi todo el tiempo a esos escenarios de batalla, prácticamente ignorando al resto del país.

Estados Unidos posee un sistema de elección indirecta en el que cada estado tiene asignado un número de representantes al Colegio Electoral (los llamados “votos electorales”), que dependen del tamaño de su
población.

Con las notables excepciones de Maine y Nebraska, el candidato que gana un estado se lleva todos los votos electorales, ya que no rige un sistema proporcional.

Para llegar a la Casa Blanca, un candidato precisa por lo menos 270 de los 538 votos electorales el día de la elección.

Por ello, el sistema hace que los candidatos se concentren en los estados en que la disputa es más apretada, en detrimento de aquellos en los que el resultado no debe arrojar sorpresas.

Esto explica que California –predominantemente demócrata– ni Oklahoma –predominantemente republicana– reciban tanta atención de parte de los candidatos.

En esta elección en particular, Florida, Pensilvania, Ohio, Michigan, Georgia, Carolina del Norte, Virginia, Arizona, Wisconsin, Colorado, Iowa, Nevada y New Hampshire son considerados los terrenos de batalla más importantes.

Florida distribuye 29 votos electorales, al tiempo que Pensilvania 20, Ohio 18, Carolina del Norte 15 y Virginia 13.

Para llegar a los 270 votos electorales, hasta el pequeño estado de Iowa, que distribuye seis votos electorales, puede inclinar la balanza.

EL CERRADO CÍRCULO DE DONALD

Su familia y algunos colaboradores muy cercanos están al frente de la campaña del empresario.

WASHINGTON.– Donald Trump, neófito y autodidacta de la política, repite sin cesar que le gusta tomar decisiones solo. Pero el republicano está rodeado por un pequeño pero muy influyente entorno compuesto de familiares y amigos:

La familia

Su esposa Melania, de 46 años, es una exmodelo eslovena que destaca por su discreción y su prudencia. Defendió a capa y espada a su marido en la polémica por el trato que Trump da a las mujeres.

Ivanka Trump, de 34 años, es su hija predilecta, en quien más confía y a quien le consulta casi todo. Vicepresidenta de la compañía familiar, al igual que su hermano Eric, de 32 años, ha participado en las propuestas de su padre sobre las bajas de maternidad y el cuidado de los niños.

Donald Trump Jr, de 38 años, es el mayor de sus hijos y también ocupa un cargo de vicepresidente. Hace poco fue muy criticado por participar en un programa de radio junto a un importante partidario de la supremacía blanca.

Su equipo

Stephen Bannon es el director general de su equipo de campaña. Se unió al proyecto de Trump en agosto, dejando temporalmente su puesto al frente de la página web de información conservadora Breitbart News.

Se ha convertido en portavoz del movimiento alt-right, que reúne a nacionalista blancos que están en contra de los inmigrantes y de las personas que se oponen al establishment político.

Kellyanne Conway, su directora de campaña, es la primera mujer que dirige una campaña presidencial republicana.

Suele aparecer en los medios después de que Trump hace declaraciones, en un intento por apagar polémicas o matizar palabras.

Rudy Giuliani, fue una de las pocas personas que apoyó públicamente al empresario cuando una decena de mujeres le denunciaron por manosearlas.

Chris Christie, el gobernador de Nueva Jersey, fue un duro contrincante en las primarias, pero se convirtió en uno de sus mayores aliados tras retirarse de la carrera. Dirige su equipo de transición.

HILLARY CONFÍA EN VIEJOS ALIADOS

La mayoría de sus colaboradores la acompañan desde la Presidencia de su esposo

WASHINGTON.– Tras décadas de experiencia política, con éxitos, fracasos y polémicas que la han curtido como a pocas personas en Estados Unidos, la candidata demócrata Hillary Clinton sabe que escoger a los consejeros indicados es una de las claves en su carrera hacia la Casa Blanca:

Los fieles

Huma Abedin, de 40 años, es la vicepresidenta de su equipo de campaña y una de las más cercanas a Hillary, quien incluso la considera como su segunda hija. Fue becaria en la Casa Blanca en 1996 y una de sus máximas colaboradoras en el Departamento de Estado entre 2009 y 2013.

Cheryl Mills, de 51 años, es abogada y fue jurista de la Casa Blanca. Defendió al matrimonio Clinton en su batalla legal en la década de 1990 y luego se convirtió en jefa del gabinete cuando Hillary estuvo al frente de la diplomacia de EU.

John Podesta, de 67 años, es el presidente de su equipo de campaña. Fue secretario general de la Casa Blanca con Bill Clinton y luego se convirtió en consejero del presidente Barack Obama en 2014. Su cuenta de Gmail fue pirateada y sus correos electrónicos, difundidos por WikiLeaks.

Los nuevos

Jake Sullivan, de 39 años, es consejero y cabeza pensante del equipo de Clinton desde su paso por el Departamento de Estado. Los expertos lo sitúan como un posible candidato al estratégico puesto de consejero de Seguridad Nacional.

Robby Mook, de 36 años, es el director de campaña. En 2008 la acompañó en las primarias y este año se encarga de la gigantesca maquinaria electoral.

Jennifer Palmieri, de 49 años, es su directora de comunicación. También trabajó en la Casa Blanca bajo los mandatos de Bill Clinton y Obama, de quien fue la directora de comunicación hasta que se unió al equipo de la candidata en 2015.

Brian Fallon es el principal portavoz de su candidatura. También lo fue del senador Chuck Schumer, futuro líder de los demócratas en el Senado, y del secretario de Justicia, Eric Holder.

 

 

 

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