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Emilio Zárate, jefe de informativos de Canal 5 TV y de Lacarbonifera.com

OPINIí“N.- El alcalde de Sabinas, Ignacio Lenin Flores Lucio, ahora sí­ como literalmente se dice, le ha puesto el “cascabel” al gato, y es que con la aplicación de sanciones ejemplares para los conductores que sean sorprendidos conduciendo bajo los influjos del alcohol, o bien aquellos que utilicen el teléfono celular al tiempo de conducir, ha causado desconcierto, incomodo, molestias, enfados, y en su defecto criticas fuertes por distintos sectores.

Sin embargo, volvemos a la pregunta de siempre, ¿Qué vale más, un montón de pesos para crear una cultura?, o seguir padeciendo accidentes que en el peor de los casos causen la muerte o incapacidades permanentes a los actores involucrados, y lo que es más grave a terceras personas.

¡De donde pagarán los empleados de las maquiladoras esas sanciones!, algunos de los pronunciamientos que se hace la ciudadaní­a. Es cierto, el sueldo en la “maquila” no es alto ni ponderoso, pero, por qué no tomar conciencia y dejar el volante por unos momentos.

Y es que como dijeran los expertos, la vida social y la diversión, no termina en Sabinas, al contrario, se festejará y se divertirán sin excesos.

Los ejemplos son claros, si alguien puede solventar los costos de salir a los bares, cantinas, antros, y centros de diversión, no solo para convivir, sino abiertamente a embriagarse, o como dijeran en Agujita “agarrar el pedo”, creo que podrí­an separar parte de esos recursos para pagar un taxi y no exponerse al conducir, ni exponer a terceras personas.

Mucho se ha dicho sobre cuál será la actuación de la policí­a, de cómo se aplicará el criterio para las sanciones. Cuando se sabrá si se viene de un convivio o simplemente es por el gusto de “agarrar el pedo”. Para ello ya se trabaja en la capacitación de los uniformados, pues tampoco se trata de “satanizar” la medida, ni mucho menos crear una especie de “cacerí­a de conductores”, sino más bien impulsar la cultura de conducir consciente y en sus cinco sentidos.

Sin duda que mucho de cierto tienen las observaciones, pero destaca dejar en claro que lo que busca en el fondo con esta disposición el alcalde de Sabinas, Ignacio Lenin Flores Lucio, no es propiamente una forma recaudatoria, sino más bien crear esa cultura y la conciencia entre la gente, para reducir el alarmante í­ndice de accidentes automovilí­sticos, donde por desgracia el consumo del alcohol es el principal factor.

Hay quien asegura que una vez que se inicie la aplicación de sanciones las celdas preventivas de seguridad pública se convertirán en un “Torito” de la capital. Allí­ pararán los borrachos que tendrán que pagar las sanciones por presentar algún grado de ebriedad.

También hay quienes aseguran que esta será un “arma de dos filos”, que permitirá que crezca la corrupción, pues ahora el policí­a, podrá extorsionar a quien “pesque” ebrio, asegurando que pagando una “módica” cantidad evitará cubrir la costosa multa que se contempla para quienes sean sorprendidos manejando ebrios.

Para ello la supervisión y el estricto control que tendrán los mandos policiales, evitarán que la policí­a municipal cometa actos de corrupción. Y es que ahora los policí­as quienes ganan en promedio 10 mil pesos mensuales, difí­cilmente aceptarán verse involucrados en actos de corrupción o que hablen mal de su trabajo, porque de ser así­ no solo perderán su puesto y salario, sino que además quedarán boletinados en el sistema de Seguridad Publica Nacional, siendo no aptos para un cargo similar.

Este tema de las altas sanciones económicas que se aplicarán en Sabinas, para los conductores que sean sorprendidos en estado de ebriedad, o bien utilizando el teléfono celular, sin duda tendrá mucho más comentarios en favor y en contra. Lo cierto, es que la ciudadaní­a en general es quien debe analizar el objetivo claro de esta disposición, hacia donde va, y no propiamente el hecho de cuánto se tiene que pagar, pues hay que recordar que en la Carboní­fera, Sabinas es considerado como “La capital del choque”. Sin mencionar la gravedad de cada uno de ellos, y si para evitar la muerte, atropello o invalidez de un niño hay que hacer conciencia entre los conductores, esta medida es más que necesaria.

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