descarga (6)NUEVA YORK – Alrededor de 40,000 viviendas resultaron afectadas por las devastadoras inundaciones en Luisiana, Estados Unidos.

Y repararlas o reconstruirlas podría ser particularmente difícil para las más de 66,000 personas que ya han solicitado la ayuda de FEMA (la agencia federal para la gestión de emergencias), pues es posible que la mayoría de ellas no cuenten con seguro contra inundaciones.

De acuerdo con FEMA, que supervisa el Programa Nacional de Seguros contra Inundaciones, sólo el 42% de las estructuras en zonas de alto riesgo del estado están cubiertas contra inundaciones.

Lo que es más, muchas de las zonas afectadas por estas tormentas históricas es la primera vez que se inundan. Y un seguro contra inundaciones fuera de las zonas de inundación clasificadas es raro, sólo el 12.5% de esos hogares tiene cobertura.

Es el caso de Janet Pitts. Ella no tenía seguro contra inundaciones porque su casa no está en una zona de riesgo, pero eso no impidió que le entrara metro y medio de agua.

Pitts ha vivido en Luisiana por más de 30 años, y está al tanto de las inundaciones en el estado, pero esta es la primera vez que la sufren.
“Todo [lo perdido] estaba más o menos pagado. Ahora tengo que empezar de nuevo”.

Ella se despertó de golpe cuando sus vecinos en Monticello, La., golpearon su puerta la mañana del sábado. El canal cercano se había desbordado y el agua corría hacia sus casas.

“Mido metro y medio,” contó Pitts de 51 años. “En ese momento, el agua me llegaba arriba de las rodillas.”

Su esposo se fue rápidamente para traer sacos de arena para proteger la casa. Cuando volvió y colocaron los sacos alrededor de su casa, el agua había subido más de dos pies o 60 cm.

Tomaron unas pocas pertenencias, movieron algunos documentos importantes a una zona más alta en el ático y fueron a la casa de su hermano en una subdivisión adyacente. Pero la calle del hermano también se inundó casi dos horas más tarde.

Desde entonces duermen en casa de un amigo. El martes volvieron a casa para comprobar la ruina.

“Fue una imagen inexplicable. Fue devastador, y el olor era horrible”.

Los pisos quedaron destruidos, el refrigerador había flotado al centro de la cocina y muchas de las paredes tendrán que ser reemplazadas. “Lo hemos perdido todo”.

Aunque tras el huracán Katrina en 2005 hubo un aumento en las coberturas de seguro contra inundaciones, el número de personas con seguro contra inundaciones a nivel nacional ha disminuido 9% desde 2009 ante las primas cada vez más altas.

Tal vez la vivienda sea completamente suya sin adeudo, o la clasificación federal de los riesgos en su área pudo haberse elevado desde que originalmente compraron la casa. O acaso una póliza pudo haber caducado por falta de pago sin que el prestamista estuviera al tanto.

Pero el problema más generalizado puede ser que gran parte del daño por inundación (sin seguro) se produjo en zonas que no se juzgaron de alto riesgo, y donde los propietarios nunca pensaron que necesitarían una cobertura contra inundación y no se les exigía tenerla.

Ese fue el caso de Pitts. Ella ha vivido en esa casa con su marido y su hijo de 23 años durante casi tres años. Cuando estaba buscando casa, deliberadamente evitó zonas señaladas como inundables.

“[El seguro contra inundaciones] no era un requisito. Si hubiera sido, lo tendría”, dijo.

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