El Caos de la Administración de San Juan de Sabinas

OPINIÓN EDITORIAL

La administración municipal de San Juan de Sabinas se encuentra en un punto de inflexión donde las promesas de desarrollo se han estrellado contra una realidad de gestión deficiente. A lo largo de la ciudad, los ciudadanos experimentan un deterioro palpable en los servicios básicos y una opacidad preocupante en el manejo de los recursos públicos. Los problemas estructurales no solo afectan la calidad de vida, sino que también minan la confianza en la capacidad de las autoridades para gobernar.

Luminarias de baja calidad

Uno de los proyectos más anunciados y visibles ha sido la modernización del alumbrado público. Sin embargo, la implementación ha sido, cuando menos, cuestionable. Se invierte una suma considerable para reemplazar el sistema de iluminación, pero el resultado es una colección de luminarias de baja calidad que no cumplen con su vida útil ni con la potencia esperada. Peor aún, la seguridad en la instalación es un riesgo latente: es inaceptable que los nuevos montajes en los arbotantes estén sujetos con precario alambre recocido. Esto no es solo un descuido estético, es una negligencia que pone en peligro a los transeúntes y demuestra una falta de fiscalización severa sobre los trabajadores del municipio y los materiales utilizados.

San Juan de Sabinas: Un mar de aguas negras

El problema de los drenajes desbordados ha alcanzado una dimensión casi de emergencia sanitaria. En múltiples colonias, las aguas negras no dejan de brotar a las calles, creando escurrimientos fétidos que saturan el ambiente. El olor insoportable ya no es una simple molestia, sino un atentado directo contra la salud pública y el bienestar de las familias. Este problema subraya una nula inversión o una gestión fallida en el mantenimiento y rehabilitación del sistema de alcantarillado, una infraestructura crítica que no admite demoras ni paliativos temporales.

No hay ni una sola fuente de empleo y las que había se están cerrando. Algunos intentan presumir la llegada de un restaurante como si eso fuese una maquiladora. Tengan tantita dignidad.

La Ciudad de los Cráteres: Intransitable y Peligrosa.

El deterioro de la infraestructura vial es generalizado. Las calles de Nueva Rosita y de la Villa de San Juan de Sabinas se han convertido en un verdadero campo minado de baches y zanjas. Esta situación no solo ralentiza el tráfico y daña los vehículos, sino que eleva el riesgo de accidentes. La pavimentación y el bacheo son responsabilidades fundamentales de cualquier administración municipal, y el estado actual de la red vial es el testimonio más claro de una omisión constante en el cumplimiento de este deber básico.

Gestión Económica al Borde del Colapso

Detrás de la ineficiencia en los servicios se encuentra una mala gestión económica que asfixia al municipio. El rumor a voces es la falta de liquidez y la creciente deuda. Los proveedores no logran cobrar por sus servicios y productos, lo cual paraliza la economía local y deteriora la confianza. Una administración que no honra sus compromisos financieros está condenada a la inoperatividad. Es urgente que se estabilice la situación financiera antes de que la deuda se vuelva impagable.

DIF Municipal: ¿Adorno o Motor Social?

El Sistema DIF (Desarrollo Integral de la Familia), la institución encargada de velar por los sectores más vulnerables (niños, ancianos, personas con discapacidad), parece haberse convertido en un organismo inoperante, “solo de adorno”. Su misión social requiere de una intensa actividad en la calle, programas eficientes y recursos bien focalizados. Si el DIF no está funcionando activamente, la administración está fallando en su deber más humano y sensible. El asistencialismo requiere una gestión profesional y empática, no una simulación.

Conclusión.

San Juan de Sabinas merece una administración que no solo anuncie proyectos, sino que los ejecute con calidad, responsabilidad y transparencia. No hay ni una sola fuente de empleo y las que había se están cerrando. Algunos intentan presumir la llegada de un restaurante como si eso fuese una maquiladora. Tengan tantita dignidad.
Los problemas de las luminarias de alambre, los drenajes desbordados, las calles intransitables y la crisis económica demuestran que la actual gestión ha fallado en lo más elemental. Es hora de dejar atrás los actos de simulación y enfocarse en la verdadera atención a los problemas de infraestructura y el saneamiento de las finanzas para recuperar la dignidad y la funcionalidad de este municipio.

Poner lamparitas y luces es lo correcto, pero siempre que se haga bien y después de entrarle a los problemas reales del municipio. Empleo, Drenajes, recolección de basura y pavimento.

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