U.S. President Barack Obama speaks during a memorial service for five policemen killed last week in a sniper attack in Dallas, Texas July 12, 2016. REUTERS/Kevin Lamarque

El presidente Barack Obama se encuentra en Dallas rindiendotributo a los cinco policí­as asesinados por un francotirador que deseaba vengar las muertes de personas de raza negra abatidas por policí­as.

El mandatario dio un mensaje de reconciliación a la ciudad texana, menos de una semana después de la balacera. Obama calificó la matanza como un “ataque vil, premeditado y execrable contras las fuerzas del orden”, perpetrado por un hombre “desquiciado”.

Acompañando a Obama están la primera dama Michelle Obama, el ex presidente George W. Bush, y su esposa Laura Bush; el vicepresidente Joe Biden, el senador republicano Ted Cruz y la lí­der de los demócratas en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, entre otros.

U.S. President Barack Obama speaks during a memorial service following the multiple police shootings in Dallas, Texas, U.S., July 12, 2016. REUTERS/Carlo Allegri

Hace pocas semanas, Obama pasó unas horas en Orlando, Florida, consolando los seres queridos de 49 personas asesinadas en una masacre en un club nocturno.

En lo que se volvió una rutina sombrí­a y desagradable de su presidencia, Obama habló en un servicio religioso en Dallas en honor a los oficiales que cayeron el jueves pasado, en medio de una protesta pací­fica en contra de las muertes de personas negras esa semana en Luisiana y Minnesota.

El francotirador, Micah Johnson, de 25 años, fue eventualmente muerto con una bomba traí­da con un robot de la policí­a. El veterano del ejército, que era negro, habí­a dicho que el ataque contra los oficiales blancos era en venganza por la muerte a manos de la policí­a de hombres negros en Baton Rouge, Luisiana, y en un suburbio de Minneapolis.

Partes de esos sucesos habí­an sido grabadas en video y transmitidas a toda la nación, lo que suscitó más enojo, protestas y veintenas de arrestos. Las muertes causaron tensión en todo el paí­s, agravaron la división racial y reabrió el debate sobre el uso de la violencia por parte de policí­as blancos contra individuos negros.

Former first lady Laura Bush, former President George W. Bush, U.S. President Barack Obama and first lady Michelle Obama listen to remarks from Dallas Mayor Mike Rawlings (front) as they attend a memorial service for five policemen killed last week in a sniper attack in Dallas, Texas July 12, 2016. REUTERS/Kevin Lamarque

Obama intentará abordar esos temas en sus palabras de reconciliación y su homenaje a los cinco policí­as caí­dos, entre los cuales habí­a un veterano Ranger del Ejército, un veterano de la Marina y un agente que recién se habí­a casado.

Algunos policí­as culpan al presidente por el incremento de las tensiones raciales, afirmando que no ha apoyado mucho a las fuerzas del orden. En sus comentarios desde los sucesos de Dallas, Obama ha exhortado al público a reconocer que los policí­as tienen un trabajo difí­cil y a tratarlos con respeto.

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