Moscú empieza a bombardear territorio sirio desde Irán, maniobra que apunta a que quiere ampliar su papel en el conflicto

Rusia está en el conflicto sirio para quedarse, no en retirada. Al tiempo que busca una fórmula de cooperación con Turquía tras haber hecho las paces, ha ampliado su alianza con Irán y ya utiliza sus bases para sus bombardeos, que ahora serán más eficaces y funcionales, pues hasta la fecha tenían que despegar desde bases rusas en el Cáucaso.

Irán es un aliado cercanoal enfoque ruso del conflicto (no como Turquía, que quiere ver caer al líder sirio Bashar Asad) pero reacio algunas veces a mantener la tensión que quiere Rusia. Si Moscú logra integrar a Teherán en su estrategia puede convertirse enel actor principal del desenlace del conflicto sirio.

Los aviones rusos Tupolev Tu-22m3 (un bombardero de largo alcance) y los Sukhoi Su-34, utilizaron el martes por primera vez el aeródromo de Hamadán en Irán para atacar los “objetivos terroristas” en Siria. Según el Ministerio ruso de Defensa su misión era atacar objetivos del Estado Islámico y del antiguo Frente al Nusra y destruir infraestructuras cerca de Saraqib, Al Bab, Alepo y Deir Ezzor, así como tres puntos de mando cerca de Al Jafra y Deir Ezzor que coordinaban a combatientes en la zona de Alepo.

Actualmente Rusia mantiene su presencia militar en el puerto sirio de Tartus además de en la base aérea de Hmeymim, que está cerca de Latakia, en el noroeste de Siria. Se desconoce cuántos aviones rusos están emplazados ya en Irán, pero Rusia ha asegurado allí una pata más de su estrategia como muestra de que está dispuesta aampliar su papel en la guerraa pesar de haber escenificado una retirada en marzo.

Además, los medios rusos aseguran que Moscú también ha pedido permiso al Gobierno iraní para que susmisiles de crucero puedan atravesar su territorio tras ser lanzados desde el mar Caspio. En realidad Irán, Irak, Rusia y Siria tratan de coordinar su actividad en la lucha contra Daesh, y el año pasado la trayectoria de los bombardeos con misiles de crucero desde el mar Caspio ya pasaron sobre Irán e Irak, recuerda el jefe de redacción de la revista Arsenal Otechestva, Voctor Murajovski.

Desde mediados de noviembre y hasta el martes los bombarderos estratégicos Tu-160, Tu-96MS y Tu-22 partían hacia Siria desde aeródromos rusos, normalmente desde el de Mozdok situado en el Cáucaso Norte. Los cazas rusos Su-30SM y Su-35S, con base en el aeródromo de Hmeymim (donde los bombarderos no pueden ser correctamente emplazados), se encargarán de ‘cubrir’ a estos aviones durante el los ataques.

Gracias a un reciente acuerdo con Irán, podrá de este modo reducir en un 60% el tiempoque estos aparatos necesitan para alcanzar objetivos en Siria y aumentar su eficacia. Hasta ahora, los bombarderos tenían que cubrir una distancia de casi2.000 kilómetrospara alcanzar las posiciones enemigas. Desde el martes sólo tendrán que volar los 900 kilómetros que separan la base de Hamadán de los objetivos en Siria.

Esto implica que pueden cargar tres veces más bombasy que los Su-34 no necesitarán repostar en vuelo. Así se abre la puerta a un mayor apoyo desde el aire al ejército sirio, que había hecho muchos progresos logrando sitiar Alepo pero ahora parece perder fuelle ante el contraataque de los rebeldes, que han abierto nuevas rutas de suministro a su principal bastión.

Preocupación en Washington

El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, comunicó al ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, la preocupación que provoca a Washington el uso por parte de Rusia de una base militar en Irán, según informó anoche el portavoz del Departamento de Estado, que señaló que la situación es “lamentable, pero no inesperada”, además de denunciar que “el objetivo principal de los bombardeos de Rusia en Siria es la oposición moderada”.

La coalición internacional liderada por Estados Unidos recibió de antemano información sobre los ataques aéreos rusos realizados desde su nueva base en Irán, confirmó el martes un portavoz de Defensa de EEUU. Ya en octubre del año pasado, Rusia y Estados Unidos firmaron un acuerdo sobre los procedimientos de seguridad durante las operaciones aéreas realizadas por ambas naciones en el país árabe para que sus ataques no se ‘cruzasen’.

Rusia, que lleva a cabo una ofensiva aérea contra los terroristas en Siria entre finales de septiembre pasado, anunció una retirada casi total el 14 de marzo de 2016. El presidente Vladimir Putin ordenó traer de vuelta la mayor parte del contingente militar ruso del país al dar por cumplida su misión, pero ahora Washington está en compás político de espera y el nuevo presidente o presidenta llegará en enero. En Moscú se considera a Hillary Clinton más proclive a relanzar el papel de EEUU en una zona donde Barack Obama se ha mostrado unas veces indeciso y otras reacio a implicarse más en el conflicto.

Desde septiembre de 2014, la coalición internacional liderada por Estados Unidos realiza por su cuenta ataques aéreos en Siria e Irak contra el IS. Expertos rusos como Konstantin Sivkov, de la Academia de Asuntos Geopolíticos, han mostrado en los medios rusos su preocupación porque el despliegue de cazas rusos en Irán podría provocarreacciones de Arabia Saudí y Estados Unidos. Pero Moscú puede aprovechar ahora para ganar terreno y dar la ‘bienvenida’ al nuevo líder de EEUU con una posición de fuerza.

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