Múzquiz, Coah.- Dieguito Martínez Rodríguez tiene 14 años y es un caso especial, está enfermo, sufre de un síndrome nefrótico que poco a poco le consume sus riñones. Su papá le donó un riñón, pero lo rechazó al igual que otro trasplante posterior…. pero su valor es increíble:“Cuando nací estaba sano y cómo me pasó esto de repente, cómo todos los niños pueden estar fuera y yo no puedo salir mucho porque no puedo andar mucho en la tierra y yo quisiera andar en la bici, yo quisiera hacer todo lo que hacen los niños, pero la vida no me lo permite”.
Dieguito quisiera jugar, saltar, y su enfermedad se lo impide, pero a pesar de todo, tiene un mensaje para los niños que, como él dice, están peor que él: “Yo puedo hablar, caminar, yo oigo, hay otros niños que solo están acostados en la cama y no pueden hacer nada y ellos requieren más ayuda que yo, porque necesitan más tratamiento”. Le encantaría ir a los hospitales: “Cuando Dios me sane me gustaría ir y llevarles de comer, hablar de la palabra, y hacer sentir mejor a sus papás que están triste, que si un doctor les dice que su hijo puede perder la vida, la última palabra la dice Dios”.
Además Dieguito no entiende cómo jóvenes caen en las drogas mientras él lucha por sobrevivir:“Ellos que pueden estar bien no lo quieren estar, yo quiero explicarles mi enfermedad para que yo les toque su corazón y dejen de drogarse, que sepan que deben estar conscientes de no dañar su cuerpo”.
Su familia está apoyando al pequeño tras dos trasplantes: “Ellos para mi son unos ángeles porque nunca me han dejado en las enfermedades que he tenido, quiero darles las gracias a mis papás y a toda la gente que le gustaría ayudarme porque Dios los va a recompensar”.
Para terminar con la entrevista de nuestro reportero Luis Parra, Diego manda un mensaje increíble: “No sé cómo es allá arriba y por eso me da mucho miedo morir, pero yo no puedo decidir vivir por toda la vida… el único que decide es Dios”.
Mayela Rodríguez, la mamá de Dieguito repasó para telediario todo lo que ha vivido su hijo en estos doce años de calvario, incluso llegó a caer en un paro, “se le paró su corazoncito y los doctores detectaron que le había hecho reacción la anestesia y el doctor de plano me dijo que no podían hacerle cirugía, estuvo 15 minutos en paro pero bendito Dios que lo sacaron adelante, pero nos cortaron las alas, porque el riñón que querían ponerle ahorita ni pensarlo, ahorita darle las sesiones de hemodiálisis”. “Dios lo ha levantado, no es la primera vez que le pasa, son doce años de situaciones difíciles, pero aquí está de pie por obra de Dios que ilumina a los médicos para que lo saquen adelante”. Ahora necesitan ayuda de todos los buenos corazones que puedan, para solventar gastos, pues la situación es muy difícil de mantener.
Celular de ayuda: 8117314554
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