alta presión
Clemente Mancillas Dávila, Columnista

Por años he escuchado que México es tierra fértil para la corrupción y la impunidad; conforme pasa el tiempo esta teorí­a se mantiene en la memoria de millones de mexicanos y el desencanto se recrudece cada vez mas de manera preocupante.
No es que las cosas hayan empeorado, lo que sucede es que en la actualidad hay muchos mecanismos para estar informado, de ahí­ que ahora más que antes, haya diferentes puntos de vista sobre la información que se trasmite en los antiguos medios de comunicación como prensa escrita, radio y televisión.
Para muestra basta un botón, millones de mexicanos hablan sobre la tan mencionada reforma energética a diferencia de la educativa, de salud o hacendaria, la razón es que ahí­ brilla la lana que hace que se pierda la cordura.
En la reforma en mención, se habla mucho, por un lado sobre la soberaní­a y la pérdida de las riquezas del paí­s, al entregar a empresas trasnacionales la oportunidad de explorar y explotar el subsuelo y sus riquezas, lo que es una máscara para ocultar otros intereses.
Por el otro, se dice que México será más competitivo se generara una mayor estabilidad económica y que los beneficios para Juan pueblo van a notarse muy pronto al pagar más barato, la luz, el gas, las gasolinas y diesel y con ello también bajaran de precio los productos básicos.
La idea del presidente de la república, Enrique Peña Nieto, sin duda puede ser buena y de muchos beneficios para una mejor calidad de vida para todos los habitantes del paí­s, el problema es cuando se pretenda aplicar las leyes al pie de la letra, van a comenzar las dificultades.
Y más allá, cuando estas leyes se aterricen en los estados y municipios, donde habrá quienes al amparo de la impunidad y la corrupción, busquen beneficiarse de los cambios y huecos o lagunas en las disposiciones que hayan quedado en el papel.
En el mito, se ve un paí­s prospero y bonito para todos y muchos a quien han logrado convencer con esos argumentos, andan o andamos saltando en un pie, sin embargo hay mucho de fondo que estoy seguro seguirá doliéndonos a las mayorí­as.
En la realidad estoy seguro y convencido, que muchos dudamos de la efectividad de las reformas y más del maravilloso paí­s que nos pintan y la razón principal es que en cada rincón del paí­s, seguimos viendo y viviendo impunidad y corrupción, reflejadas en el incumplimiento de las leyes ya establecidas.
Al final de la jornada debemos ser positivos y optimistas al pensar que algún dí­a se mejoraran las condiciones y habrá una mejor y efectiva aplicación de la ley y sobre todo que prevalecerá la justicia ante cualquier interés de quienes ostentan el poder, ya sea factico o en teorí­a.
Les dejarí­a un dato a la reflexión, para ilustrar mi análisis; cada vez que nos aumentan algún impuesto, diseñan otro nuevo o aumentan el costo de algún producto, nos doran la pí­ldora con el argumento que va a ser en beneficio de las mayorí­as y que solo será temporal.
En el 68 nos aplicaron un impuesto para salvar los juegos olí­mpicos este cobro duro 46 años; en el 2013, por una epidemia en las gallinas mexicanas aumento el huevo por la importación asunto que ya lleva un año y no ha bajado beneficiando a los del dinero.
Por ello, ahí­ quedan las dudas sobre el cumplimiento de los compromisos, primero: cuando muchos aun no nací­amos nos la dejaron adentro y nunca se aclaro; ahora en la más reciente, para que nos la saquen, estoy plenamente convencido que la mayorí­a de los mexicanos, pedimos que nos bajen los huevos.

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