alta presión
Clemente Mancillas Dávila, Columnista

A dos meses de terminar el difí­cil 2013, polí­ticamente hablando, para el Partito Revolucionario Institucional, el 2014 muestra negros nubarrones y vientos que auguran una tormenta difí­cil de sortear, por lo que sin duda deberán mejorar el engranaje de la maquinaria. Este año que termina, en Coahuila no basto que estuviera engrasada y bien armada, todo parece indicar que a esa potente máquina de ganar elecciones ya le hacen falta unas reparaciones y cambios de piezas, decisión que sin duda es difí­cil para el capitán del barco, David Aguillón Rosales. Con la derrota en tres de los municipios, más importantes de la entidad y con la alta posibilidad de que un cuarto se lo lleve la alianza UDC-PAN, los riesgos en la elección de diputados locales aumentan de forma considerable para el PRI. En el caso de acuña, todo apunta a que Evaristo Lenin Pérez, tome posesión como alcalde de esta frontera y aunque las relaciones entre la UDC y el PAN, no son las mejores de todos los tiempos, cualquier cosa puede cambiar para dejar en desventaja al revolucionario Institucional. Si a eso le sumamos, que flaco favor le han hecho al PRI, sus diputados, como Irma Elizondo, quien aprobó la homologación del IVA en la frontera, pues ahí­ párele de contar, aunque la legisladora tendrá sus razones, claro que polí­ticamente es un duro golpe para el proceso electoral del próximo año. En opiniones rescatadas, incluso de reconocidos priistas, se dicen decepcionados por la actitud de la legisladora nigropetense, a quien no se le puede entender, el porqué voto a favor de una medida que afecta a la frontera y que a fin de cuentas iba a salir por mayorí­a. Con un poco mas de oficio polí­tico, la diputada federal priista por el primer distrito, podrí­a haber cabildeado para votar en contra y con ello evitar dejar vulnerable a su partido, cosa que sin duda será utilizada por sus adversarios polí­ticos en el proceso para renovar el congreso local. Aunque el panorama pinta bien para los opositores del PRI, por lo menos en Acuña y Jiménez, deberán no solo aprovechar las fallas del contrario, también deben revisar que su soberbia y egolatrí­a no los sobrepase y logren estar unidos. Por ejemplo, a pesar de que Brí­gido Ramiro Moreno Hernández y Cuauhtémoc Carrera Bracho, son los últimos bastiones de la llamada vieja guardia del partido de la Unidad Democrática de Coahuila, ahora fueron desplazados al igual que el resto de los polí­ticos que fundaron e hicieron crecer a ese llamado partido de casa. Ahora los “jóvenes naranjas” han logrado convencer a los dueños del balón, Evaristo Lenin Pérez Rivera y su madre, Hilda Graciela Rivera de Pérez, de que ya los otros chochean, lo que deja en franca desventaja a los amigos del fundador, Evaristo Pérez Arreola. Otra de las dificultades para sortear y que es una prueba de fuego para el partido estatal, es la alianza de la UDC con el Partido Acción Nacional, esto por los logros del blanquiazul en la entidad que los coloca en inmejorable posición para ser mano en las alianzas. De darse la coalición, el PAN pondrí­a sus candidatos en todos los distritos incluso en Acuña que es el bastión principal de la UDC, con la única garantí­a de dejarles los votos suficientes para que mantengan su registro. En fin, este primero de noviembre, con el arranque oficial del proceso para la diputación local, los actores polí­ticos seguirán levantando la mano para que sus dirigentes los tomen en cuenta para ser candidatos y si las maquinarias logran ser eficientes esta tarea será menos dificil.

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