(EUROPA PRESS) –

El presidente, Andrés Manuel López Obrador, ha asegurado que ha sido víctima del espionaje desde el sexenio del expresidente Carlos Salinas, pero ha descartado presentar una demanda por el uso del software israelí Pegasus en su contra.

“No voy a hacer ninguna demanda, ya esto es muy importante, esto contribuye más que ir a un tribunal porque lo más importante de todo es el cambio de mentalidad”, ha dicho en una rueda de prensa.

Así, ha señalado que “realmente es una vergüenza, una prueba irrefutable”. “Estábamos sometidos a un gobierno autoritario, antidemocrático, que violaba los Derechos Humanos”, ha aseverado, según informaciones del diario ‘Milenio’.

“La política es un imperativo ético, por eso desapareció el Centro de Investigación y Seguridad Nacional y lo que hay de Inteligencia tiene que ver con el combate del crimen, es para proteger a los ciudadanos, no para estar espiando a opositores, periodistas o dirigentes políticos”, ha matizado.

Además, ha asegurado que en su gobierno ya no se espía a nadie, ni a periodistas ni a opositores y ha sostenido que es necesario que la gente sepa que el Gobierno utilizaba recursos públicos para pagar programas de espionaje.

“Se espiaba a todos los dirigentes de oposición, a periodistas y a muchísima gente. ¿Cómo se espiaba? Tenían equipos sofisticados para escuchar las llamadas telefónicas, no sólo de la persona que era el blanco sino de todo su entorno”, ha relatado.

El mandatario ha especificado así que él mismo fue espiado durante varios años. “Ahora se da a conocer que también a mi esposa, a mis hijos… Hasta el médico que me atiende, al cardiólogo”, ha zanjado.

32 MILLONES DE DÓLARES POR EL SOFTWARE

El director de la Unidad de Inteligencia Financiera de México, Santiago Nieto, ha indicado este mismo miércoles que el Gobierno contrató al grupo Tech Bull entre 2012 y 2018 para la adquisición de tecnología de espionaje.

Esto incluye el software Pegasus, por el que el Ejecutivo habría pagado 32 millones de dólares, que habrían sido transferidos a la empresa israelí NSO, especializada en malware.

“Tech Bull contrató en 2014 (…) un malware para espiar teléfonos que costó 32 millones de dólares y fue desarrollado por una empresa israelí, a la que terminó transfiriendo los recursos”, ha dicho.

En este sentido, los gobiernos de Veracruz, el estado de México y la entonces Procuraduría General de la República, además de otras dependencias, contrataron a empresas vinculadas con el software.

“Tech Bull es una empresa con poco tiempo de constitución. Se tiene información de que se realizaron compras de equipos que finalmente el grupo Tech Bull reconoce que envía recursos a esas empresas en Israel e Italia. No solamente se trata de montos incongruentes sino que (…) también constituyen actos de corrupción”, ha destacado.

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