EDITORIAL.- Un joven en la puerta de la biblioteca del ITESRC me comentaba orgulloso que vive en Rusia. “Soy egresado del TEC y vivo allí dos meses y me dejan venir tres semanas a casa, luego vuelvo a ir otros dos meses… y así sucesivamente”. Este es el principal ejemplo de cómo una Institución educativa es capaz de generar ingenieros que son reconocidos en muchas partes del mundo por su capacidad de trabajo y su formación de excelencia. Un adjetivo, el de excelente, que no aparece en estas letras por mera casualidad. El ITESRC tiene todos los diplomas y acreditaciones, que justifican esta afirmación, colgados de una pared de ladrillos dentro de la oficina de su director, el Máster en Ciencias Sergio Villarreal Cárdenas.
Ahora la Institución cumple 22 años, quién iba a decir que en el 2013 tendría más de 2.000 alumnos que cursarían sus estudios en estos muros, muros que han ido creciendo hasta convertirse en un centro educativo cargado de virtudes. Sus profesores son profesionales contrastados, la atención de los encargados de áreas administrativas es exquisita y el ambiente de creatividad en los estudiantes, envuelve cada paso que das dentro de las instalaciones. Son muchos los jóvenes estudiantes que egresan con honor, y el talento brilla en todas las dependencias, desde el Mariachi a la banda de guerra, pasando por los grupos de danza que deleitan con sus bailables o aquellos que con sus creaciones son capaces de patentar ideas únicas.
El TEC es un semillero de nuevos talentos, una oportunidad para todos los ciudadanos de la región en general. Ya no hay que salir a estudiar fuera para tener un “buen nombre”, pues ahora son los jóvenes de otras ciudades y regiones los que acuden al ITESRC en busca de un mejor futuro.
Parte importante de estos logros son del Gobierno del Estado de Coahuila que ha mostrado mucho interés en su desarrollo, pero también gracias a Don Antonio Gutiérrez, el hombre que ha visto crecer a la institución desde sus inicios, y que siempre con su apoyo ha entrado en el corazón de los jóvenes que allí cursan sus estudios.
No podemos dejar pasar la oportunidad en esta columna editorial, de felicitar al Máster en Ciencias Sergio Villarreal Cárdenas, director que sabe dirigir, permítanme la redundante expresión, pero como en todas partes hay directores que no dirigen nada y hay personas que sin ser directores quieren dirigir mucho. Pero en este caso la excelencia también se logra, M.C. Sergio Villarreal es un hombre capaz y honorable que con su esfuerzo y dedicación ha conseguido aportar un impulso significativo a este centro educativo. Que siga así, que los organismos cuiden al TEC porque aquí hay mucho futuro… y en sus estudiantes muchos talentos. Felicidades por estos 22 años de éxitos.