En la Basílica de Zamora, Michoacán, familiares, amigos e hijos adoptivos realizan misa a la fundadora del albergue La Gran Familia; sacerdote afirma cumplió con mandato divino.

El último adiós de sus hijos adoptivos para Rosa del Carmen Verduzco, mejor conocida como Mamá Rosa, fue en una Misa Exequial concelebrada en la Basílica de Zamora, Michoacán.

En una ceremonia donde privó el reconocimiento a esta mujer como benefactora social, como aquella que cumplió con el mandato divino de dar de comer al hambriento y de beber al sediento con la fundación del albergue La Gran Familia, en 1947.

El sacerdote Católico, Germán Cobos, destacó las acciones de mujer en favor de los más necesitados.

“Ella logró reunir, canalizar y ayudar al huérfano, al desnudo, como decía el Evangelio, pues en su casa siempre había un espacio”, dijo.

La Iglesia Católica, en voz de este clérigo, no sólo reivindicó a Mamá Rosa, quien murió el pasado 3 de junio a los 84 años, sino que consideró injustas las acusaciones en su contra

“Yo creo que se cierra una etapa y empieza otras. Ella sembró mucho y habrá cosecha. Es un reclamo por la injusticia que se cometió no sólo para su casa y para todos los que vivían”, aseveró Cobos.

La misa, en la que estuvieron presentes las cenizas de Mamá Rosa, fue presenciada por cerca de mil personas, entre hijos adoptivos, familiares y amigos.

Esa gran familia de donde surgieron principalmente músicos y cantantes, quienes en el adiós a su principal figura materna, cantaron y tocaron la música que ella les enseñó.

Con la misa concluyeron este martes los homenajes a Rosa del Carmen Verduzco Verduzco, un personaje de la sociedad michoacana que durante cuatro décadas fue intocable; quien en los últimos cuatro años vivió en la sombra y se volvió a saber de ella hasta el día de su muerte.

LLORAN SU MUERTE

Hijas e hijos adoptivos de Rosa Verduzco, Mamá Rosa, lloran su muerte y le rinde homenaje a las puertas de lo que hasta el 2014 fuera el albergue de La Gran Familia.

Consternados por el deceso de quien llaman con cariño La Jefa, colocaron flores a la entrada de donde alguna vez fue su hogar en Zamora, Michoacán y hoy es un inmueble asegurado por la Procuraduría General de la República.

Al mediodía de este lunes, algunos hijos de Mamá Rosa se agruparon para lanzarle porras y vivas; ellos y ellas no culpan Rosa Verduzco de los abusos físicos cometidos contra menores y jóvenes albergados.

Una de estas voces es la de Josefina María Verduzco Verduzco, una de las hijas de Rosa Verduzco, y quien en al albergue de La Gran Familia aprendió solfeo y como homenaje a su madre adoptiva, cantó el Ave María.

“Todo mundo dice que es mala, no es mala, yo no sé por qué toda la gente la odia; era una gran señora la verdad”, dijo.

Juran que Verduzco Verduzco fue una benefactora y justifican su carácter a la necesidad de educar a niños y niñas con problemas de conducta.

“Antes de hablar mal de Mamá Rosa pónganse en sus zapatos y ustedes críen a 600, 700 niños que estábamos ahí dentro. Gracias a ella tenemos estudios, gracias a ella sabemos tocar un instrumento, gracias a ella muchos tienen licenciatura”, afirmó Verduzco Verduzco.

Los hijos de Mamá Rosa les escriben cartas, esperan hacerle un gran homenaje, a pesar de la aparente indiferencia entre un gran sector de la sociedad zamorana.

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