nochevieja(Notimex).- La especialista en Nutrición, Elisa Esmeralda González Navarro, indicó que en la cena de Año Nuevo, la gente llega a ingerir aproximadamente de cuatro mil 800 calorí­as.

En entrevista con Notimex, añadió, que en promedio, la población adulta debe consumir entre mil 800 a dos mil calorí­as, “entonces en la cena de fin de año estamos consumiendo en un solo tiempo de comida más del doble de lo que necesitamos en todo nuestro dí­a”.

La nutrióloga, adscrita al Departamento de Medicina Preventiva de la Secretarí­a de Salud de Jalisco, expresó que lo anterior “nos habla del problema y el por qué del incremento de varios kilogramos en este periodo de fiestas decembrinas, que es de dos a tres semanas aproximadamente”.

Refirió que en esta temporada del año “nos sobran las reuniones y la comida, y con ello subimos varios kilogramos; la población sube de dos a seis kilogramos en este periodo, que abarca desde el 12 de diciembre hasta el 6 de enero”.

Resaltó que este incremento de ingesta calórica en la población mexicana representa un problema, “mas, si recordamos que ocupamos los primeros lugares en obesidad y problemas de enfermedades no transmisibles como: diabetes, hipertensión y dislipidemias.”

González Navarro mencionó que en esta época se deberí­a consumir lo mismo que se come el resto de año, “pero el problema es que utilizamos las reuniones familiares para ingerir alimentos en exceso”.

“Lo más importante es reflexionar sobre el motivo por el cual nos estamos reuniendo en estas fechas, y que no sea un pretexto para comer de más, también hay que cuidar mucho nuestra ingesta de bebidas, ya que muchas veces pensamos que porque es bebible no tiene calorí­as”, manifestó.

Afirmó que una gran cantidad de estas calorí­as que se consumen en las cenas de las posadas, de Navidad y de Año Nuevo “vienen por parte de las bebidas: de los refrescos, de los ponches, de las bebidas alcohólicas y de las aguas frescas azucaradas, entre otros”.

La experta en Nutrición recomendó tener mucho cuidado con la cantidad de lo que se está bebiendo.

Aconsejó escoger alimentos de calidad, procurar que sean alimentos preparados en casa, frescos y recién cocinados, evitar los alimentos precocidos, empacados o sólo para calentar, “porque incrementan la calidad de conservadores, de sodio y muchas veces también de calorí­as”.

También comentó que se debe tener mucho cuidado con los postres, “ver qué alimentos acercamos a nuestras mesas y las porciones que ingerimos.”

Aclaró que no hay que satanizar a los alimentos, “sino medirnos en la cantidad que comemos y en la frecuencia con lo que lo hacemos.”

González Navarro explicó que balancear el alimento que se consume es una de las principales claves “que nos pueden ayudar en esta temporada”.

Dijo que se debe tomar conciencia de qué es lo que se come y “darnos cuenta cuando realmente estamos satisfechos, y no seguir comiendo por hacer sobremesa o por convivir más tiempo, ya que como hay alimento y botana se sigue consumiendo, mientras nos ponemos al tanto de cómo nos fue en la cena de Nochebuena”.

Resaltó que una de las recomendaciones básicas es la actividad fí­sica, “no porque estemos de vacaciones de nuestras actividades laborales o escolares, nos tenemos que olvidar de salir a caminar”.

“A la hora que estamos en familia tenemos que aprovechar y organizar, por ejemplo, un partido de futbol en un parque, una caminata, llevar a los niños a jugar a algún centro recreativo, o nadar para quienes vacacionan en las playas”, subrayó.

Detalló que los platillos tí­picos para cenar en Año Nuevo son: los famosos tamales, el pozole, las enchiladas, los sopes, tostadas, “entre otros antojitos de la comida mexicana que es muy socorrida”.

Precisó que en algunos hogares también se acostumbra el pavo y la ensalada navideña, “las calorí­as especí­ficas varí­an mucho de la forma de preparar de cada familia y de las cantidades que ingerimos”.

“Pero en general, al incluir las bebidas y el platillo que se elije, oscila la ingesta aproximadamente en cuatro mil 800 calorí­as”.

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