Este ha sido el año en que los homenajes a los dioses del fútbol con estatuas no han salido como se esperaba.

Conocido por su gol de “Mano de Dios” contra Inglaterra en el Mundial de 1986, Diego Maradona es el último gran futbolista en ser inmortalizado, esta vez con una estatua de 3,6 metros de alto.

El argentino estuvo presente para la reciente presentación de la obra el Calcuta.

La representación de bronce es de un joven Maradona, con una cabellera que hace que se parezca más a uno de los Beatles que a un futbolista, sosteniendo en alto el trofeo de la Copa del Mundo.

El argentino guió a su país casi por él mismo a su éxito en la Copa Mundial de 1986 con una serie de sensacionales actuaciones individuales.

“No soy el dios del fútbol sino un simple futbolista”, dijo Maradona después de la inauguración. “Es increíble tener mi estatua aquí”.

Sin embargo, la estatua ha provocado burlas en las redes sociales, que han comparado el rostro de Maradona con la cantante Susan Boyle, con abuelas y con un joven Roy Hodgson, que ahora dirige el club de la Premier League inglesa Crystal Palace.

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