EDITORIAL.- La sociedad civil involucrada en el crecimiento de la educación y en la atención a los más necesitados. Siempre he tenido la impresión de que no todo se le puede dejar a los políticos, a los gobiernos, ya sean municipales, estatales o federales. Porque una sociedad “es su conjunto”, “un todo” que dirían los filósofos. Su unión hace que los pasos hacia el futuro sean mucho más sólidos, más duraderos, e incluso más certeros. Es por esto que hay que aplaudir el programa “Mil sueños” que la Lic. Carolina Viggiano encabezó en la Región Carbonífera el pasado fin de semana. Este programa trata de solicitar a los empresarios del estado de Coahuila una aportación económica mensual  para que se conviertan en padrinos o madrinas de jovencitas que, con un gran promedio en sus estudios, quieren continuar con ellos y carecen de los recursos necesarios para hacerlo. No se trata sólo de aportar dinero, se trata de cambiar vidas, de demostrar que la sociedad y el entorno en el que vivimos está comprometida con el crecimiento intelectual y personal del que tenemos al lado. Recordemos que la sociedad es para los estudiosos de la academia de la lengua la “Agrupación natural o pactada de personas, con el fin de cumplir, mediante la mutua cooperación, todos o alguno de los fines de la vida”.Â
Es decir, se trata de involucrar a la sociedad civil con un propósito claro, ayudar a los que lo necesitan. Y es que la educación es la base de cualquier sociedad, no le des peces al que no tiene, enseña a esa persona a pescar. Ese podría ser el resumen de este programa. Una ayuda de este tipo, para personas que se pueden permitir otorgar esa aportación, sirve como un magnífico aliciente para estas jóvenes. Niñas inteligentes, trabajadoras, de elevados promedios que no han tenido la suerte de nacer en cuna de oro.
Este patronato de “Mil sueños” realiza un importante trabajo, una encomiable labor que acerca la solidaridad del que puede, para que ayude al que más lo necesita. Realizan una selección de becarias muy importantes, más de cinco mil niñas se registraron en este programa de las que se seleccionaron más de mil de acuerdo a sus promedios y a su entorno social. Cuántas de esas jóvenes triunfarán en sus estudios y se convertirán en grandes abogadas, médicos, jueces… cuántas de esas jóvenes recordarán que en un momento de dificultad económica o de su entorno familiar, unos “desconocidos” empresarios decidieron ser padrinos o madrinas, y gracias a esa beca lograron terminar sus estudios. No hay que olvidar que “El éxito es la suma de pequeños esfuerzos repetidos día tras día… como dijo Robert Collier”. Â
En Coahuila y en la Región Carbonífera contamos con grandes corazones que pueden hacer realidad los sueños, las metas de estas jóvenes, niñas que con capacidad, disciplina, afán de superación, voluntad y constancia, tienen por delante una visión de futuro que no podemos solapar. Sobretodo en una sociedad en la que la mujer debe tener los mismos derechos y oportunidades que los hombres.
La transparencia de “Mil sueños” además está garantizada con el portal de internet: www.milsuenos.org en donde cada padrino cuenta con una clave única y puede ingresar a la información de la becaria que está apoyando en donde se publican sus calificaciones, actividades y datos. La joven cuenta con un monedero electrónico donde ella directamente recibe la aportación para sufragar los gastos  de colegiatura, útiles, tratamientos, uniformes, transporte, entre otros.
Además el padrino o la madrina puede tener contacto con la estudiante ya que a través del DIF Coahuila se opera el programa, y es el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia el que realiza los eventos mensuales de capacitación, talleres, conferencias, activación física, terapia y atención médica de las becarias. Cubre los gastos de operación del programa y da seguimiento a cada caso, y es a través de la Secretaría de Educación la que alimenta la base de datos de calificaciones e información de las estudiantes.
No hay excusa, este es un plan realmente importante y ambicioso, pues está en juego lo más relevante que un joven puede tener, una educación de calidad. Algunos pensarán que eso lo debe proporcionar el estado, la federación o el municipio a través de becas, y quizás esté en lo cierto… pero ya es hora de dejar de buscar factores externos, culpables… ya es hora de dejar de responsabilizar por todo a los gobernantes y centrarnos en lo que podemos aportar individualmente, qué hacemos nosotros por nuestro entorno. En muchos casos, el que menos tiene es el que más da, y desearía tener mucho, para dar mucho más porque así lo educaron. Pero este programa no va dirigido a ellos, “Mil sueños” está involucrando al sector que sí puede permitirse aportar una cantidad económica determinada. Â Es por esto que los que puedan, económicamente, deben actuar como sociedad civil unida y este es un magnífico camino para hacerlo. Mis felicitaciones a los que pensaron en este proyecto, que sin lugar a dudas cambiará muchas vidas.