emilio-300x300OPINIí“N.- Que el gobierno tiene controlada la prensa, que la delincuencia organizada pisotea su dignidad, que la gente ya no cree en las noticias porque se ha perdido la libre expresión en México.

Son apreciaciones que se dan a lo largo y ancho de la sociedad, lo cierto, es que para quienes nos dedicamos a la comunicación, la responsabilidad de informar y ser parte de ese canal entre la sociedad y el aparato de gobierno, no es cualquier cosa, se debe tener el temple, el coraje, pero también la prudencia y madurez, para saber el cómo decir las cosas, evitando caer en el amarillismo, en un periodismo que en vez de formar destruya.

Saben este 7 de junio se celebra en México el dí­a de la libertad de expresión, como en otros años empiezan los festejos para agasajar a los compañeros comunicadores, se reconoce los mejores trabajos periodí­sticos que se han plasmado a lo largo de los últimos 365 dí­as.

Un sinfí­n de fiestas están por realizarse, todas en honor de quienes nos dedicamos a la comunicación.

Sin embargo en mi humilde opinión, considero que el mejor homenaje o reconocimiento, es que los lectores, televidentes, radio escuchas, y ahora cibernautas (por las redes sociales), entiendan y comprendan que los comunicadores somos gente común, gente que también nos da una gripe, que tiene familia, que tiene sueños e ilusiones, que no somos superhéroes para abatir los miles de problemas que rodean la sociedad.

Pocos saben qué ha pasado con algunos comunicadores, muchos han quedado en el olvido, otros apenas los recuerdan.

Hoy viene a mi mente los nombres de comunicadores como José Antonio Cuadros Pérez “Cuadritos” para la raza, cronista deportivo del periódico El Zócalo, sin duda uno de los comunicadores con gran influencia en el ámbito deportivo. Su obra plasmada durante muchos años en el espacio deportivo del diario, a través de su “Mosaico Deportivo”.

Como olvidar a mi amigo y compañero Juan Gallegos Carranza, quien por muchos años se encargó de atender la información polí­tica y sindical por allá en Nueva Rosita, sin embargo tras una golpiza propinada “por desconocidos”, estuvo convaleciente un tiempo, regreso a su labor, pero al poco tiempo murió.

No puedo pasar por alto a Javier Pacheco, uno de los pioneros en la guardia policiaca nocturna en Sabinas. Camarógrafo del canal 10 de la Televisora local, Pacheco, como cariñosamente le conocí­amos, era entusiasta, intrépido, amigo de los amigos.

Francisco Hernández Olivo, joven inquieto y dedicado, reportero nocturno del área policiaca del periódico La Voz, hoy toma sus graficas desde el cielo, precisamente cuando cubrí­a un accidente, perdió la vida.

El más reciente de los compañeros, Juan Guerrero Chapa, reportero del Canal 10 de Televisión y locutor de “La Mas Buena” de Sabinas, quien murió luego de ser arrollado por un imprudente ebrio conductor.

Así­ puedo pasar horas citando nombres y situaciones que viven los comunicadores. La intención no es vanagloriarnos, sino más bien recordar a quienes durante su vida dieron todo por llevar la noticia hasta el último de los rincones de esta Región Carboní­fera.

No es un oficio fácil, se deben sacrificar muchas cosas, vida social, sortear entre la responsabilidad de informar y atender los asuntos personales, en si una serie de situaciones que la mayorí­a de la gente desconoce y en ocasiones juzga a la ligera.

Pero saben, como dicen por allí­, si volviera a nacer, no solo con gusto, sino con la misma pasión y sin pensarlo, tomarí­a la pluma, la libreta y mi cámara y saldrí­a a las calles de nueva cuenta para buscar la mejor noticia y llevarme la portada del dí­a siguiente.

Desde este foro felicidades a todos mis compañeros de los distintos medios de comunicación, que la libre expresión se marca conforme el cristal con el que se mira…, Felicidades…!!!

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