HIPERTEXTUAL.- Utilizando el Telescopio Espacial Spitzer de la NASA, los astrónomos han confirmado el descubrimiento del planeta rocoso más cercano fuera de nuestro sistema solar. Es más grande que la Tierra y tiene un gran potencial para ser una autentica mina de información.
Este exoplaneta, nombrado 219134b HD, orbita muy cerca de su estrella y se encuentra a sólo 21 años de luz de distancia. El propio planeta no puede verse a simple vista ni por los telescopios, pero la estrella sobre la que orbita sí es visible en el cielo oscuro en la constelación de Casiopea, cerca de la Estrella del Norte.
Lars A. Buchhave, uno de los autores del estudio sobre el planeta, describió la importancia del exoplaneta:
“La mayoría de los planetas conocidos están a cientos de años luz de distancia. Este es prácticamente un vecino”.
Michael Werner, científico del proyecto de la misión Spitzer aseguró:
“Los exoplanetas en tránsito valen su peso en oro… Este exoplaneta será uno de los más estudiados en las próximas décadas.”
Sólo una pequeña parte de los exoplanetas pueden ser detectados en el tránsito a sus estrellas debido a la orientación de los mismos respecto a la Tierra. Cuando la orientación es la correcta, la órbita del planeta lo coloca entre su estrella y la Tierra, lo que hace que se atenúe su luz y sea detectable fuera de su estrella. Esa oscuridad en la estrella es lo que se puede capturar en los observatorios como Spitzer, no el planeta en sí. Gracias a la sombra proyectada se puede comprobar no sólo su tamaño sino grandes pistas sobre su composición.