La familia juega un papel fundamental en la prevención de adicciones entre los jóvenes. ARCHIVO
La familia juega un papel fundamental en la prevención de adicciones entre los jóvenes. ARCHIVO

EL INFORMADOR.- La investigadora Bertha Lidia Nuño afirmó que el tabaquismo es considerado como una enfermedad pediátrica, dado que su inicio ocurre en promedio a los 13 años, es un problema de salud pública que se asocia a diversas formas de cáncer.
 
La titular de la Unidad de Investigación Epidemiológica y en Servicios de Salud del Adolescente (UIESSA) del IMSS en Jalisco, dijo que las repercusiones adversas del tabaquismoabarcan afecciones respiratorias y cerebrovasculares, envejecimiento prematuro, complicaciones maternas y fetales.
 
Puntualizó que entre 80 por ciento y 90 por ciento de toda la gama de cánceres, se relaciona con el consumo de tabaco.
 
Afirmó que durante más de una década UIESSA ha realizado diversos estudios sobre el tabaquismo entre niños y adolescentes, “los cuales han revelado, entre otras cosas, que antes de los 18 años ya han definido el patrón de consumo habitual que prevalecerá en la vida adulta”.
 
Subrayó que el aspecto preventivo cobra especial interés si se considera que de acuerdo con los varios estudios que ha realizado el instituto, siete de cada 10 jóvenes desean dejar de fumar “y han hecho en promedio hasta cuatro intentos, pero el problema es que no pueden”.
 
Explicó que tanto en el desarrollo como en la prevención del tabaquismo, la familia juega un papel fundamental “y es a éste núcleo al que se dirige la acción del IMSS en cuanto a procurar mejores ambientes para desincentivar éstas y otras prácticas nocivas”.
 
Precisó que el monitoreo de los padres es básico en la prevención, lo cual se evidenció en uno de los varios estudios hechos en este tenor en la UIESSA, donde quedó en claro que mientras están de vacaciones, los niños y adolescentes que fuman en la escuela, no lo hacen cuando están en casa bajo la vigilancia de sus padres.
 
Destacó que la influencia de otros muchachos que fuman es determinante en el desarrollo de este hábito en niños y adolescentes. Se trata de un problema de alta influencia social, en donde los amigos e incluso los familiares sobre todo hermanos fumadores son los principales saboteadores.
 
“Queremos evitar que la población joven, que los adolescentes se conviertan en fumadores habituales y después en dependientes y evidentemente en adictos a la nicotina”, apuntó.
 
Añadió que la nicotina es tan adictiva como cualquier otra droga.

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