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Los demócratas y los republicanos no acordaron sobre el presupuesto, por lo que la administración de Obama recurrió al cierre temporal

WASHINGTON (CNN) — Ninguna de las partes accedió. Ahora millones pagarán el precio. Los estadounidenses enfrentan desde este martes un cierre parcial del gobierno, el empleador más grande del paí­s, luego de que el Congreso fracasó en llegar a un acuerdo sobre el presupuesto este lunes. “Cosas como estas pueden tener un impacto tan grande en personas que no son el centro de atención. Ya sabes, personas que trabajan cada dí­a”, dijo Quinn Agard, quien labora en la isla Liberty, hogar de la Estatua de la Libertad. Desde hace varias semanas, la Cámara de Representantes y el Senado han discutido con el argumento de que cada uno defiende las necesidades de los ciudadanos. Al final, surgió el resultado que nadie querí­a, uno que dejará sin sueldo a 800,000 personas y podrí­a costarle a la economí­a estadounidense 1,000 millones de dólares por semana. “Las oficinas ahora deberán ejecutar planes para un cierre ordenado debido a la falta de fondos”, informó la Oficina de Administración y Presupuesto en una nota que envió a empleados federales. Esta es la primera vez que el gobierno cierra en casi 18 años. La última vez que lo hizo, la suspensión parcial de actividades duró 21 dí­as. “Tendré que encontrar otro trabajo si no nos van a pagar mientras nos den dí­as libres, o renunciar. Pero aún así­ no será suficiente”, dijo Victoria Duncan, quien también trabaja en la isla Liberty. “Es difí­cil, incluso pensar en eso, es difí­cil pensar”. Ahora, la Cámara controlada por los republicanos y el Senado controlado por los demócratas tratarán de conciliar sus dos versiones del plan de gastos. Hasta el momento, ambos se han negado a ceder. Este martes, por cuarta vez, la Cámara alta votó en contra del plan de gastos que enviaron los representantes. La propuesta más reciente de los representantes incluí­a un llamado a que se creara un comité para buscar un compromiso, pero el lí­der de la mayorí­a demócrata, el senador Harry Reid, dijo que su partido rechazó el paquete porque forzaba concesiones respecto a la reforma de salud del presidente Barack Obama. Reid dijo que el Senado quiere negociar un presupuesto con la Cámara, “pero no con el gobierno cerrado”. “No vamos a volver a litigar la cuestión de salud”, dijo. “Es hora de que los republicanos dejen de obsesionarse con viejas batallas”. Los republicanos insisten en que el plan de gastos para el nuevo año fiscal incluya las enmiendas anti-Obamacare. Los demócratas del Senado piden que no. El Obamacare, como se le conoce al plan de salud del presidente Obama, no está directamente relacionado con la financiación del gobierno. Pero es poco popular entre un grupo de republicanos que busca limitarlo o incluso eliminarlo por completo. “La ley de salud es la más dañina conocida por el hombre”, dijo el representante republicano Todd Rokita este lunes. El senador demócrata Bob Menéndez, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, señaló que el cierre del gobierno pone a EU en un hoyo negro. “Es un mensaje peligroso para el mundo”, dijo. “Le decimos a otras naciones que creemos que deben tener ciertas disciplinas. Y, sin embargo, no podemos en última instancia mantener nuestro propio presupuesto abierto y el funcionamiento del gobierno”. Pese a esto, el nuevo programa de salud entró en vigor este martes. Según una encuesta de CNN/ORC, el 68% de los estadounidenses cree que cerrar el gobierno incluso por pocos dí­as es una mala idea, mientras que el 27% lo considera como una buena idea. Aparentemente, la mayorí­a culpa a los republicanos: el 69% dijo que está de acuerdo con que los representantes del partido actúan como “niños mimados”; el 58% cree lo mismo de los demócratas. Este lunes, los representanets republicanos solicitaron una reunión con los senadores demócratas para resolver sus diferencias. Pero Reid dijo que no aceptará el encuentro hasta que el Congreso presente una ley de gastos limpia y despejada de las nuevas enmiendas. “No vamos a ir a la conferencia con una pistola en la cabeza”, señaló el legislador la noche de este lunes. Si bien el Congreso podrí­a aprobar una medida de financiamiento temporal mientras resuelve sus diferencias, no hay signos de una discusión en ese sentido. El presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, dijo este lunes que espera que el Senado acceda a reunirse. Cuando se le preguntó si tení­a un mensaje para los 800,000 empleados que dejarán de trabajar, Boehner respondió: “La Cámara de Representantes votó a favor de mantener el gobierno abierto, pero también queremos una justicia básica para todos los estadounidenses por el Obamacare”. Luego se bajó del podio.

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