DIARIO YUCATAN.-John Jonchuk, de Tampa, afronta un cargo de asesinato en primer grado por lanzar a su hija de cinco años desde un tramo cercano al puente Sunshine Skyway a primeras horas del jueves, informó la Policía.
Un agente de San Petesburgo que se dirigía a su casa tras terminar el turno de la noche trató de detener un vehículo PT Cruiser que iba a exceso de velocidad.
El agente dijo que el vehículo se detuvo cerca del puente Skyway y vio a un hombre bajarse y lanzar a un menor desde el tramo que lleva a Tampa Bay. El sujeto volvió a abordar el carro y se dirigió al sur.
Los rescatadores llegaron y sacaron a la niña del agua, pero Phoebe Jonchuk falleció en un hospital. Su padre, John Jonchuk, fue detenido por agentes de Manatee unos 30 minutos después.
Fue devuelto a San Petesburgo para ser interrogado y fichado en la cárcel del Condado Pinellas.
Yolanda Fernández, portavoz de la Policía de St. Petersburg, dijo que los rescatistas trataron de reanimar a la niña. Jonchuk también enfrenta cargos de agresión con agravantes con un vehículo a un policía y de huir de la policía.
John Jonchuk tuvo un comportamiento extraño horas antes de lo ocurrido, llamando “Dios†a su abogada y pidiéndole que tradujera una Biblia al sueco, según expedientes judiciales.
La abogada Genevieve Torres se reunió el miércoles con John Jonchuck para examinar el asunto de custodia de la niña.
Genevieve Torres estaba preocupada por Jonchuck y lo reportó a la policía.
La policía entrevistó a Jonchuck y su hija cuando la recogía en una guardería en una iglesia y ambos parecían estar bien de salud.
Jonchuck declaró que no pretendía hacerse daño ni causar daño a nadie más, según los documentos. “La niña sonreía y se veía saludable, iba vestida adecuadamente y parecía felizâ€, según los documentos. Poco menos de 12 horas después, la policía dijo que Jonchuck había arrojado a su hija desde un puente. Phoebe tenía cabello largo ensortijado, siempre tenía una amplia sonrisa y adoraba las princesas. Odiaba las duchas y el agua, por lo cual la forma como murió fue más dolorosa. Sus padres, Jonchuck y Michelle Kerr, vivieron juntos seis difíciles años; la policía recibió numerosas llamadas de denuncias de violencia familiar. Ambos padres tenían arrestos, según expedientes. Jonchuck tenía la custodia de Phoebe. “Yo siempre lo veía como un buen papaâ€, declaró Michelle Kerr. “Siempre decía, `te quiero, papi’. Adoraba a su papaâ€. Jonchuck fue enviado a prisión y enfrenta un cargo de homicidio premeditado. En su primera audiencia, el juez Michael Andrews, del condado Pinellas, le preguntó si quería un abogado. “Quiero dejar todo en manos de Diosâ€, declaró Jonchuck. El juez respondió: “Tengo la certeza de que Dios no va a representarlo a usted en este caso. Usted enfrentará juicioâ€.