dm7dxmbp2r2nywr02nhx (1)GIZMODO.- A menos que seas un nostálgico de los móviles antiguos, hay muchas posibilidades de que el smartphone que llevas contigo sea más potente que el cerebro de la nave espacial más avanzada diseñada por el ser humano. No es una exageración, el procesador central de la nave Orion, que ha efectuado su primer vuelo de forma impecable hoy, es un IBM PowerPC 750FX, un chip de un sólo núcleo a 900MHz presentado en 2002.

¿Cómo es posible que la nave destinada a llevar al ser humano a Marte en 2030 lleve un chip tan antiguo? La respuesta la tiene Matt Lemke, director general del equipo de aviónica, energí­a y software de la misión Orion. Básicamente es una cuestión de seguridad. Lemke lo explica así­ aComputer World.

Comparado con un Intel Core i5, el procesador que utilizamos en la Orion es mucho más lento. Es probable que incluso sea menos potente que el de un smartphone actual, pero no se trata de una cuestión de velocidad, sino de resistencia y fiabilidad. Necesitamos asegurarnos de que siempre esté funcionando.

La NASA lleva utilizando este tipo de chips desde hace 10 años, y se han convertido en una de sus mejores apuestas. En cualquier tienda de electrónica podemos encontrar chips mejores, pero ninguno de ellos está preparado para sobrevivir a las fuerzas de gravedad que se producen durante un despegue, al frí­o y al vací­o del espacio y, sobre todo, a la radiación.

Los procesadores están obsoletos, pero tienen la interesante propiedad de que la radiación solo los molesta, no los daña permanentemente. Podrí­amos diseñar un nuevo chip, pero el trabajo que requerirí­a lo hace inviable desde el punto de vista financiero.

La radiación es, con mucho, la principal amenaza que tienen que soportar los chips en el espacio. La radiación presente en los cinturones de Van Allen es un buen ejemplo de ello. Allí­ donde el procesador de nuestro flamante móvil sencillamente morirí­a, el IBM PowerPC 750FX, en el peor de los casos, se reiniciarí­a durante 20 segundos. Este reinicio no ocurre siempre. Para evitar posibles problemas durante esa fase, la NASA dispone de un sistema de triple redundancia por el que, si uno de los procesadores se ve obligado a reiniciar, hay otros dos para retomar sus tareas. Lento, pero seguro. [ví­a Computer World]

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