voluminosas-familiares-amigos-pacientes-apoyaron_MILIMA20150126_0062_8MILENIO.- Un grupo de mujeres portando senos gigantes hechos con hule espuma encabezó una carrera por Paseo de la Reforma para recaudar fondos y adquirir una cámara de medicina nuclear de doble cabezal, cuyo costo es de 4.5 millones de dólares y que permita rastrear todas aquellas células cancerí­genas que se hayan diseminado en diferentes partes del cuerpo entre pacientes con tumoraciones mamarias.

Atrás de los voluminosos senos falsos que iniciaron el recorrido, familiares, amigos y pacientes participaron en la primera Carrera Fucam contra el Cáncer de Mama, en solidaridad con quienes siguen luchando o son sobrevivientes de la enfermedad, así­ como en homenaje a aquellas que ya fallecieron por la que se considera la primera causa de mortalidad entre mexicanas jóvenes, principalmente por diagnósticos tardí­os.

Equipo moderno

“El objetivo principal es adquirir un equipo de medicina nuclear para hacer rastreos óseos y de esa manera poder detectar si la paciente tiene una metástasis en alguna otra parte del cuerpo”, explicó Fernando Guisar, presidente ejecutivo de la Fundación Mexicana de Fomento Educativo a la Prevención y Detección Oportuna del Cáncer de Mama (Fucam).

“Tratamos de tener mejores equipos de tecnologí­a de punta para ser más certeros en cáncer de mama. No cura, pero contribuye a ofrecer un mejor diagnóstico”, aseveró el especialista que trabaja de manera estrecha con el Instituto Nacional de Cancerologí­a  y la Secretarí­a de Salud.

Se trata de una cámara casi única en el mundo y en México, dado a que en el paí­s solo hay dos con tecnologí­a 3D, que contribuye a detectar lesiones microscópicas y, al estar coordinado con un tomógrafo computarizado, los oncólogos pueden ver detalles de esas imágenes y administrar a las pacientes tratamientos personalizados que disminuyan la morbilidad de tejidos sanos circundantes a un tumor.

“Hace cortes del tumor y la mama. Solo hay dos en toda la República. Nosotros como Fucam tenemos uno y una vez que adquiramos el nuevo se lo donaremos al centro oncológico de Hidalgo”, precisó Guisar.

En señal de apoyo

Alrededor de 4 mil personas participaron en alguna de las tres categorí­as (carrera de 10 y cinco kilómetros, así­ como caminata de 1.5 km).

La  carrera arrancó en punto de las ocho de la mañana sin la presencia del largo listado de autoridades del gobierno federal y del DF anunciado por la fundación debido a que, como reconoció Guisar, se les incluyó sin que hayan confirmado.

Hombres, mujeres y niños, familias completas empujando carriolas y acompañados de perros portaban playeras rosas con la finalidad de difundir a su paso que cada año se diagnostican 14 mil nuevos casos de cáncer de mama, que cada hora fallece una mujer dejando hijos y esposo.

Salieron por Paseo de Reforma, algunos con esos senos gigantes por delante, con ruta por el Bosque de Chapultepec, Arquí­medes y de ahí­ de nuevo se incorporaron en Reforma.

Juan Pablo Vega, en la carrera de cinco km, y Andrea Fernanda Sánchez, en la de 10 km, fueron de los primeros que llegaron y se hicieron acreedores a una de las tres medallas simbólicas, flores y vino espumoso.

Entre los participantes se encontraba Name Masa, que corrió 10 km. No fue de los primeros lugares, pero sí­ es desde casi 11 años una sobreviviente de cáncer a la cual fue preciso amputarle ambas mamas.

“Corrí­ por toda mi familia, principalmente por mi hermana y mi papá, que murieron de cáncer. Y porque sigo yo aquí­ viva después de vencer el cáncer de mama”

“En primera etapa, me hicieron una masectomí­a, pero aquí­ estoy. Y bueno, me quitaron los senos, pero estoy muy feliz de poder correr, de seguir con mi vida”.

El señor José Luis Vargas Morales participó en la caminata en homenaje a su esposa, de 55 años, que hace tres años enfrentó la pérdida de senos y ahora se encuentra curada.

“A ella le extirparon su seno y la verdad se vio en una situación muy difí­cil, tanto ella como la familia. Afortunadamente encontró apoyo y tratamiento; eso contribuyó de nuevo a la unidad, por esa razón toda la familia estamos aquí­ en la carrera”, explicó Vargas.

Lourdes Pérez corrió por su madre que murió de cáncer hace 15 años y por su amiga que todaví­a está luchando contra el padecimiento. Josefina Hernández corrió por una amiga y Guadalupe González, con más de 60 años, llegó y dedicó su esfuerzo a Bety, la concuña de su hija.

Otras mujeres, como Vanesa Arecha, y diversos hombres solo participaron por la salud de todas las mexicanas y para promover la autoexploración.

Tres lustros de lucha

La participación de miles de personas en la primera carrera de la fundación representa “una gran satisfacción porque a 15 años de que iniciamos nuestra labor, quiere decir que el esfuerzo ha fructificado”, destacó Guisar, tras recordar que en el año 2000, después de participar en un congreso de medicina privada, surgió la idea de formar la asociación civil en la que ahora trabajan 220 personas.

“Ver que a nuestra lucha se suman estas 4 mil personas, entre los que destacaron los actores Wendy Braga y Ricardo Baranda, es un aliento para seguir trabajando en la pelea contra el cáncer de mama, que es similar a este maratón, donde al igual que en nuestra lucha hay muchos obstáculos que vencer”, comentó el especialista.

“Hay que destacar que el cáncer de mama no es sinónimo de muerte, pero hay que pelear constantemente”, enfatizó el médico.

Satisfecho por el trabajo que se ha realizado en la Fucam, donde “diario tenemos un promedio de 150 consultas y 90 mastografí­as, hemos realizado más de 600 mil…”, destacó que “el orgullo más reciente es que acabamos de completar el cí­rculo para ofrecer el tratamiento integral de cáncer, con el servicio de radioterapia, en un mismo lugar”.

Respecto a las personas que pueden tener el servicio dijo que “todas las mujeres tienen el acceso, no discriminamos a ninguna y se les atiende con el amor y la ternura con que debe tratárseles, porque nuestro lema es tratarlas como nos gustarí­a que atendieran a nuestra madre”, señaló Guisar.

En relación a los costos que implica el tratamiento explicó que “afortunadamente el Fucam fue elegido por la Secretarí­a de Salud para otorgarle el Seguro Popular, de modo que tenemos un convenio con ellos, y a las personas que no tienen los recursos ni algún servicio de Seguridad Social, las subimos a esa plataforma y el Seguro Popular nos paga el costo del tratamiento”, concluyó.

 

Estadí­sticas

En México las cifras sobre neoplasias malignas de mama, sin considerar el subregistro, son las siguientes:

12 mil

Mujeres se diagnostican anualmente con esa enfermedad.

2,400

Casos son de mexicanas que tienen menos de 40 años.

49%

De muertes por cáncer son de ese tipo de tumoración

11,895

Consultas externas dio el Incan en 2014 a mujeres con ese mal

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