Excelsior-.

1477947Unaniña de 9 años en Madrid, evidenció, por medio de una grabación, los abusosde los que habí­a sido ví­ctima en varias ocasiones después de que un juzgado archivara su caso porque el perito no dio veracidad a su versión.

La niña quien en ningún momento cesó con los intentos por demostrar los abusos de su padre de los que era ví­ctima, grabó el pasado 7 de junio una conversación que sostuvieron ella, su padre y sus abuelos en donde se escucha al progenitor aceptar los hechos.

“¿Pero cuándo te he tocado yo? Reclama el padre a la niña. “Muchas veces” contesta  la niña. “Pero cariño, eso es para jugar”. Responde el padre. “Es que no tienes que hacerme eso nunca, mi cuerpo es mí­o”, grita la pequeña. “Tu cuerpo es tuyo, efectivamente (…), cuando tu decí­as que no te tocará, yo paraba”, explica el padre, quien añade: “Yo lo único que te estaba haciendo era cosquillas y estaba jugando contigo”.

El abuelo quien estaba presente en la conversación le explica a la niña que el padre le tocaba para lavarle. “Eso hay que asearlo muy bien y darle pomada”, a lo que el padre de la menor contesta: “No, no, no, si yo sé por lo que la niña lo dice, si yo sé a lo que ella se refiere”.

“Yo también te lo he lavado, entonces serí­a igual”, insiste el abuelo. “No si ella no se refiere a eso, si yo sé a lo que se refiere”, aclara el padre. “¡Bueno, pues ya está!,” grita la niña. “¡Bueno, pues apechuga, pues apechuga!”, contesta a gritos él.

En el audio que la niña entregó a su madre al llegar a casa y que se encuentra actualmente en manos de las autoridades se escucha como el padre refuta el abuelo:“Ya está papá, si ella se refiere a otra cosa. Habla con ella como si fuera una persona mayor, que ella no se refiere a eso”, a lo que la abuela contesta: “Ya, sí­ lo sabemos”.

Los padres de la pequeña se encuentran separados y ella se negaba constantemente a visitar a su progenitorlos dí­as que le correspondí­a de acuerdo a un dictamen del tribunal de familia.

La menor lloró, gritó y se resistió a ir con su padre, ante la vista de compañeros, padres y maestros de la escuela el mismo dí­a en que consiguiera grabar finalmente la conversación. Desde abril,la madre tiene una orden de allanamientoque le impide acercarse al colegio los dí­as que el padre pase por la niña.

El perito que examinó a la niña de 9 años no le creyó ysu caso fue archivado en enero de este año, una decisión confirmada después por la Audiencia Provincial.

La niña quien sufrí­a abusos sexuales, acusó al padre desde hace dos años,después de ir al pediatra porque sentí­a escozor al orinar. Ahí­ le preguntaron desde cuando presentaba este sí­ntoma, a lo que contestó:“Desde que papá me clavó la uña”. En 2014 tras unos análisis que mostrarán restos de una infección vaginal, después de haber pasado 10 dí­as con el padre, el médico dictaminó “sospecha de abuso sexual”.

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