Los gobiernos de México y Estados Unidos firmaron un memorándum para incrementar el “intercambio de información criminal histórica”, como nuevo mecanismo para desmantelar y eliminar a las organizaciones criminales transnacionales.

En el marco de la segunda reunión del Grupo de Alto Nivel Contra las Organizaciones Criminales Transnacionales celebrada en el Departamento de Estado, se reafirmó un compromiso bilateral para combatir a la criminalidad, producción, tráfico y consumo de drogas.

“Fortaleciendo la cooperación cortaremos las fuentes de financiamiento de las organizaciones criminales transnacionales”, declaró John Sullivan, el subsecretario de Estado del gobierno de Donald Trump.

Las dos delegaciones encabezadas por Rex Tillerson, secretario de Estado del gobierno de Trump -que no asistió al encuentro con los reporteros-, y Luis Videgaray, secretario de Relaciones Exteriores de México, evitaron hablar de las dificultades y desencuentros en la relación bilateral, como si nunca el mandatario estadunidense acusara a los mexicanos de ser los responsables del problema de alto consumo de narcóticos en la sociedad estadunidense.

“Para trabajar juntos tenemos que superar esta tendencia que a veces nos ha atrapado, de repartirnos la culpa mutuamente, donde México tradicionalmente culpa a los Estados Unidos por la demanda de drogas y Estados Unidos culpa México por la oferta de drogas”, dijo el canciller mexicano.

Como si no existieran las asperezas entre el gobierno de Enrique Peña Nieto y el de Trump, incluso en la conferencia de prensa los funcionarios de ambos países evitaron hablar del muro que pretende construir el gobierno estadunidense en la frontera con México.

Presentes en la sesión estaban Jeff Sessions, procurador General de Justicia, y la secretaria de Seguridad Interior, Kirstjen Nielsen, pero ninguno de los dos, aunque se les cuestionó al respecto, dijeron la palabra muro. Lo mismo hicieron Videgaray, Alberto Elías Beltrán, encargado de despacho de la Procuraduría General de la República (PGR), y Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación. La palabra muro fue anulada, y los reclamos y exigencias de Trump a Peña Nieto en materia de seguridad y de combate al narcotráfico quedaron aparentemente en el olvido.

Osorio Chong, quien daba la impresión de estar incómodo o molesto al estar parado en medio de Elías Beltrán y Videgaray, tuvo un atisbo de respuesta a las críticas de Trump, pero se quedó corto.

Al titular de Gobernación se le pregunto sobre el impacto que tendría en la cooperación bilateral la construcción del muro fronterizo que quiere Trump, y que ahora pretende financiar con el desvío de recursos del Departamento de Seguridad Interior que no están incluidos en su proyecto presupuestal para el año fiscal en curso.

“No debe de afectar, no nos va a afectar en nuestro esfuerzo, en nuestro trabajo, en lo que hemos iniciado en esta administración; vamos a seguir adelante”, respondió Osorio Chong.

En específico, sobre el combate al narcotráfico y a las organizaciones del crimen organizado, Sessions indicó que su país está comprometido a disminuir la demanda y consumo de drogas, a contener el tráfico de armas y dinero que van de Estados Unidos a México.

“La violencia es el resultado de la riqueza y poder de las organizaciones criminales transnacionales y las vamos a combatir por medio de la cooperación que respetará soberanías”, asentó el procurador General de los Estados Unidos.

Los seis funcionarios fueron incapaces de reconocer las diferencias diametrales que tiene los gobiernos de Estados Unidos y de México en la lucha contra el crimen organizado y el trasiego de drogas. Su comparecencia ante los medios de comunicación y los comunicados conjuntos que divulgaron definieron un ambiente de cooperación, coordinación e intercambio de información que en nada se parece a la realidad que viven los dos países.

En México, en lo que va del sexenio de Peña Nieto la violencia generada por el narcotráfico ha dejado decenas de miles de muertos e incluso se está a punto de rebasar la cifra de homicidios dolosos registrados en la presidencia de Felipe Calderón.

En Estados Unidos, y de acuerdo a la cifra que Sullivan y Sessions repitieron en la conferencia de prensa, en 2016 murieron 64 mil estadunidenses a causa de sobredosis de droga.

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