• Los virtuales candidatos a la presidencia de los Estados Unidos se han referido al paí­s como un aliado y como un riesgo para los intereses de Estados Unidos.

 

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Donald Trump y Hillary Clinton están cerca de convertirse en los candidatos republicano y demócrata a la presidencia de los Estados Unidos. Durante sus campañas, e incluso antes, ambos se han referido a la relación con México.

Este es un recuento de sus palabras.

TRUMP: Mí‰XICO COMO UN ENEMIGO

En su camino hacia la nominación del partido republicano, Donald Trump no ha ocultado su hostilidad hacia México y los mexicanos. En el arranque de campaña en junio del año pasado llamó a los mexicanos “violadores y criminales”.

Una de sus propuestas favoritas ha sido la construcción de un muro fronterizo de más de 1,600 kilómetros que, según su visión, debe ser pagado por el gobierno mexicano, para detener la entrada de inmigrantes indocumentados a Estados Unidos.

A inicios de abril, el empresario prometió que de llegar a la Casa Blanca modificará una norma dentro de la ley antiterrorismo para cortar los enví­os de dinero a México, salvo que realice un pago de entre 5,000 a 10,000 millones de dólares (mdd) por el muro.

Sin embargo, Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA BAncomer, dijo en mayo que serí­a difí­cil para Trump frenar el flujo de remesas hacia México, que en 2016 podrí­an llegar a más de 26,000 mdd, de acuerdo con estimaciones.

“Lo que pudiera llegar a proponer son tasas impositivas muy altas y eso tiene que pasar por el Congreso y se nos hace difí­cil que se apruebe una polí­tica que serí­a casi de carácter confiscatorio”, dijo Serrano.

El propio presidente de EU, Barack Obama, le deseó suerte a Trump con su propuesta.

El magnate inmobiliario también ha criticado a las empresas como GM, Ford o Nabisco que recientemente anunciaron inversiones en México, y ha dicho que si llega a la Oficina Oval, evitará que las empresas estadounidenses lleven sus inversiones a otras fronteras.

“Estoy peleando duro para traer empleos a Estados Unidos. Muchas empresas, como Ford, General Motors, Nabisco, Carrier, están llevando su producción a México. Las drogas y los inmigrantes ilegales también están cruzando la frontera. Esto es malo para todos los estadounidenses, más allá de sus ancestros”, sostuvo este miércoles Trump en un comunicado.

Dentro de sus promesas de campaña, Trump ha hablado de renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), al que ha calificado de “desastroso” para Estados Unidos. Además, ha propuesto aumentar hasta un 45% las tarifas de productos mexicanos y chinos.

CLINTON: LA SEGURIDAD EN Mí‰XICO

La exsecretaria de Estado Hillary Clinton conoce muy bien México. Cuando ocupó esa oficina entre 2009 y 2013, renegoció la Iniciativa Mérida, cuyo objetivo es desmantelar las organizaciones criminales, reforzar el estado de derecho y la seguridad fronteriza.

En 2010, Clinton dijo que en México los carteles de la droga mostraban cada vez más indicios de insurgencia y que la situación del paí­s se parecí­a cada vez más a la de Colombia 20 años atrás.

Los traficantes estaban “en algunos casos, transformando en o haciendo causa común con lo que considerarí­amos una insurgencia en México y en América Central”, dijo.

 

Alejandro Poiré, vocero en materia de seguridad del entonces presidente Felipe Calderón, respondió a los comentarios de Clinton, y aseguró que habí­a una enorme diferencia entre lo que el paí­s sudamericano enfrentó en la década de 1990 y los retos a los que hací­a frente México.

Ya durante su actual campaña por la nominación demócrata, en abril de este año, Hillary Clinton calificó de “indignante” que el caso la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa no se hubiera resulto aún.

“Es algo por lo que todos en México deberí­an unirse, para encontrar respuestas. Si hubiese algo que Estados Unidos pudiera hacer para ayudar, yo serí­a la primera en ofrecerlo”, dijo la aspirante demócrata en entrevista con el diario La Opinión, de Los íngeles.

En la misma entrevista, afirmó que de llegar a la Casa Blanca, trabajarí­a duro para ser un buen socio de México y seguir presionando para reformar el gobierno y el respeto de los derechos humanos.

En temas inmigratorios, la demócrata guarda un discurso diametralmente opuesto al de Donald Trump. Clinton ha prometido aprobar una reforma inmigratoria integral para crear un camino a la ciudadaní­a, mantener unidas a las familias, y permitirá a millones de trabajadores a salir de las sombras.

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