EDITORIAL.- En el transcurso de los años el dilema sobre el apocalipsis, lo que sucedería si el mundo se acaba, las consecuencias del efecto invernadero, la presencia del niño, de la niña, en fin una serie de predicciones que sabemos se han dicho, generan entre la población cierta incertidumbre y desconcierto sobre el futuro inmediato.
En la mayoría de los casos lo tratamos como un tema lejano, que posiblemente no nos alcance la vida para darnos cuenta que sucede en realidad.
Lo cierto, es que temas como el cuidado del agua hoy en día son fundamentales. Al menos aquí en la Carbonífera en el norte del estado de Coahuila, aunque no se tiene un desabasto total, si empezamos a padecer las consecuencias del tiempo, del transcurso de los años, posiblemente surja con mayor ahínco la necesidad de sustituir la línea general de SIMAS.
Y lo digo con conocimiento de causa. Las afectaciones en la tubería general, la que administra el sistema intermunicipal de aguas y saneamiento (SIMAS), cada vez son más constantes, y por ende, la suspensión del suministro se presenta con mayor frecuencia.
Esto no tiene vuelta de hoja, dicen que todo por servir se acaba, y creo que a la tubería de la línea general este dicho le queda “como anillo al dedoâ€, y es que más de 40 años de servicio, creo que ya lo coloca como un sistema obsoleto, si tomamos en cuenta cómo ha ido creciendo la Región.
La expansión demográfica se ve por la construcción de más complejos habitacionales, la cantidad de personas que viven en cada uno de los municipios que lo integran, generando con ello no solo una mayor demanda del servicios, lo que pudiéramos considerar que ahora sí que la tubería le quedo chica al pueblo, esto sin pasar por alto los daños ocasionados por el simple deterioro de los tubos.
Tan solo por dar una cifra, SIMAS regional tienen un registro de poco más de 40 mil usuarios (que si tomamos como referencia de cuatro personas que habitan los lugares donde se encuentra cada una de las tomas) estamos hablando de poco más de 160 mil personas.
La problemática, detectada hace un par de años, hoy requiere una solución, apenas termina la temporada de verano, y los problemas en la tubería siguen. Las afectaciones cada vez que se rompe un tubo, o “flota†una fuga provocada por el rompimiento de la tubería no solo por los asentamientos o hundimientos naturales de la tierra, sino más bien, por lo viejo de la tubería, son más frecuentes.
La obra es millonaria, según lo reconoce el gerente regional del SIMAS, Alberto Espinoza Garza, sin embargo es necesario y prioritario el trabajo. Las consecuencias pueden ser mayores de colapsar en su totalidad la línea. Toda la Región se quedaría sin agua, no se sabe por cuánto tiempo.
Algunos alcaldes como el de Múzquiz Luis Santos Flores; el de San Juan de Sabinas, César Alfonso Gutiérrez Salinas, ya se han apuntado, y han dicho que no solo se suman al respaldo del proyecto, sino que además los municipios están listos para apoyar en la obra.
Se requieren recursos federales, la Comisión Nacional del Agua (Conagua), ya tiene el proyecto, ya lo ha aprobado, solo se requiere el dinero para empezar los trabajos de sustitución de la tubería, o en su defecto la construcción de una línea alterna, con la construcción además de dos tanques para 4 millones de metros cúbicos del vital líquido, los cuales pueden servir para cualquier eventualidad y garantizar el suministro del agua de presentarse una situación mayor.
Si bien es cierto, la propuesta ya ha sido planteada a la nueva fracción parlamentaria del Congreso de la Unión, para que se integre al presupuesto del 2016.
Sin embargo la obra además de prioritaria es urgente, aquí cabe el cuestionamiento o propuesta, de la necesidad de que se autorice un recurso adicional o extendido, de las participaciones que se erogan para ejercerse en el estado de Coahuila, de tal forma que se tenga el dinero que permita realizar estos trabajos a la mayor brevedad.
No queremos ser “aves de mal agí¼eroâ€, pero tomando como referencia el sustento y justificación del proyecto para la sustitución de la línea general, y sobre todo el hecho de los constantes desperfectos en la tubería, es necesaria y urgente, la aplicación de recursos.
Señores políticos, funcionarios de todos los niveles de gobierno, no quisiera sonar como el título de una de las obras de Cuauhtémoc Sánchez, pero los habitantes de la Región Carbonífera, han lanzado “Un grito desesperadoâ€, para que alguien los escuche.
Como prueba, está el programa “apadrina tu líneaâ€, mediante el cual SIMAS regional, logro reunir al menos 15 mil firmas tan solo en el municipio de San Juan de Sabinas, como muestra de apoyo por parte de los usuarios, para que la obra de sustitución de la línea general se lleve a cabo.
Para cristalizar esta obra, se requiere una suma de voluntades, según considera la gerencia del SIMAS, a través de firmas los usuarios han alzado su voz, mediante sus alcaldes de las administraciones municipales hacen lo propio. ¿Qué faltaría…?