El cantante interpretó sus más grandes éxitos entre los que destacan “Ever Since New York” y “Kiwi”.

Harry Styles demostró anoche la calidad de artista que es y que, además de entretener, está comprometido con un mensaje de amor y tolerancia.

A pesar de tener problemas de salud, como evidenciaron las veces que tosió, estuvo dispuesto a dar un buen show y hacer vibrar de emoción a sus seguidores.

La escena mostraba un Palacio de los Deportes lleno, 17 mil, cifra oficial. A las 21:33 horas las luces se apagaron, los fans gritaron, salieron músicos y apareció el británico, con ese estilo y actitud que recuerdan a Mick Jagger.

Con “Only Angel”, la gente cantó y gritó y él bailó, dejándose querer por sus fans, en su mayoría mujeres.

Después de “Woman” saludó al público en español.

“¡Buenas noches, México lindo! Soy Harry y los he extrañado. Quiero que bailen, que canten y lo que las haga felices. Gracias por estar conmigo. Aquí pueden ser lo que ustedes quieran ser”, expresó.

Se elevaron banderas de la comunidad LGBT, que el mismo Harry ha ondeado en alguno de sus shows.

Hizo un recorrido por temas de su álbum como solista: “Ever Since New York”, “Two Ghosts” y “Carolina”.

Y claro, sacó del baúl éxitos de One Direction.

“Estoy contento de estar en México. Gracias por su amor. Esta es la canción nueva y se llama ‘Medicine'”, expresó otra vez en español.

Durante los 90 minutos del show, el artista se hidrató en varias ocasiones y por momentos se notó que no tenía toda su capacidad vocal.

Bajó del escenario principal y recorrió una pasarela hasta otro entarimado más pequeño y el lugar se llenó de luces rosas en “Sweet Creature”.

Luego sonó “What Makes You Beautiful”, de One Direction, en la que agitó una bandera de México.

“Una parte de mi corazón estará siempre aquí”, dijo antes de “Sign of the Times”. Pasadas las 23:00 horas, cantó “Kiwi”, con el que cerró su prendido show.

ACUDE AL DOCTOR 

Harry sufrió de una infección en la garganta, por lo que tuvo que visitar al médico.

El artista llegó el mediodía del miércoles y estuvo muy relajado, ya que fue al sauna y vapor del hotel donde se hospedó, en Paseo de la Reforma; comió con amigos en el restaurante y luego se echaron unos tragos en el bar.

El jueves se sintió mal, por lo que salió a un consultorio particular en Polanco, donde le diagnosticaron infección en la garganta, le sugirieron reposo y le dieron suero y antibióticos.

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