p40330037México,(Notimex).- Rusia estuvo obligada a reaccionar ante los recientes acontecimientos en Crimea, señaló hoy el embajador de Rusia en México, Eduard Rubénovich Malayán, quien subrayó que Moscú debí­a “responder y no tení­amos otra opción”.

En entrevista con Notimex, subrayó: “hací­amos llamamientos y pedí­amos llegar a algún acuerdo y habí­a una esperanza, una opción, por ejemplo con el convenio del 21 de febrero, que se firmó entre el presidente (Ví­ktor) Yanukóvich y la oposición, con la presencia de tres ministros de asuntos exteriores de Alemania, de Polonia y de Francia”.

“Este convenio ya señalaba una salida de la situación: si se hubiera realizado este convenio, quizá no hubieran pasado las cosas que han sucedido, sin embargo, se olvidó el convenio enseguida y ahora se está intentando no acordarse de él, ¿qué más tení­amos que hacer?”, dijo.

Los recientes acontecimientos en Crimea que derivaron en una serie de reacciones internacionales hacia la Federación Rusa, entre ellos, su expulsión del Grupo de los 8 (G8), ahora integrado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido.

El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, consideró que el hecho “no es una gran tragedia”, refirió Malayán, quien añadió: “ante todo, hay que decir que el G8 es sólo un foro, una plataforma en donde se reuní­an los lí­deres y hablaban de distintos asuntos”.

El diplomático otorgó mayor relevancia al Grupo de los 20 (G20), que se reúne desde 1999, el cual “es más representativo de lo que exige la polí­tica, la economí­a y el orden mundial de hoy, porque hay también representantes de América Latina, México y ífrica”.

“Los asuntos más importantes de finanzas y de economí­a se tratan en el marco del G20 y los temas más importantes de polí­tica se tratan en el Consejo de Seguridad de la ONU. Rusia seguirá trabajando en este marco”, expuso.

Rechazó que los sucesos de Crimea sean una posible nueva etapa de la Guerra Frí­a que sostuvieron la Unión Soviética y Estados Unidos de 1947 a 1991, y opinó con firmeza: “no se puede volver a la Guerra Frí­a, porque se olvida que ésta fue creada por la confrontación de dos sistemas como resultado de un mundo bipolar”.

“La guerra frí­a se determinaba por una confrontación ideológica: El mundo ya no es así­, aunque hay gente que quisiera que así­ fuera, o que sigue creyendo que es así­. El mundo se ha hecho multipolar”, puntualizó.

“En todas las regiones del mundo hay nuevos centros de influencia, nuevos actores muy importantes en la arena internacional, como China, Brasil, México, Australia y otros, y no va a haber un regreso”, dijo.

Sobre los posibles costos para Rusia por la reciente anexión de Crimea a la Federación Rusa, Malayán indicó: “claro que nuestros esfuerzos para levantar a Crimea al mismo nivel en donde está el resto de Rusia van a costar, y creo que ya se van a publicar estas cifras”.

“Pero de hecho hay algunos conceptos morales que no tienen que ver con las cuestiones financieras. Dos millones de rusos que viví­an en Crimea ya han recibido lo que es la satisfacción de sus voluntades y aspiraciones, y si se habla de lo que perdimos o de lo que ganamos, yo creo que se trata de la justicia. Serí­a complicado encontrarle alguna forma de satisfacción material a lo ocurrido”.

El embajador explicó que según la Constitución rusa, el presidente Vladimir Putin “es el responsable por todos los rusos que viven en todo el mundo y dos millones de personas se han dirigido hacia él y le piden ayuda y él está obligado a hacerlo, pues si no lo hace se le puede acusar del incumplimiento de la constitución”.

En cuanto a la postura de México en torno a los acontecimientos de Crimea, el embajador apuntó: “no estamos nosotros para juzgar: El gobierno de México y la Secretarí­a de Relaciones Exteriores toman las ideas según la polí­tica exterior que tienen, y según mi entender el gobierno mexicano está por una resolución pací­fica de la situación en Ucrania, por el diálogo y por que se respeten los derechos de todos los pueblos residentes en Ucrania, en todas sus regiones”.

“Así­ que nosotros creemos que es una postura muy lógica. Nosotros tenemos mucho en común con México, hay muchas coincidencias en la polí­tica exterior. Al mismo tiempo México es un paí­s grande al igual que Rusia y claro que tenemos tratamientos diferentes y podemos tener puntos de vista distintos sobre ciertas cosas”, explicó.

Manifestó su satisfacción por las relaciones bilaterales, pues “tenemos mucho potencial y se podrí­a hacer más, pero en general, sí­ que tenemos un buen desarrollo en todas las direcciones de nuestra relación: polí­tica, economí­a, cultura, ciencia, tecnologí­a y hasta en las relaciones militares”.

“Sólo el volumen del comercio sumó 2 mil millones de dólares el año pasado y sigue creciendo”, expresó el diplomático.

“Están surgiendo nuevas oportunidades de cooperación económica y comercial gracias a su reforma energética. Durante la cumbre de Davos este año, y con la presencia del presidente (Enrique) Peña Nieto, se firmó un acuerdo sobre la posible colaboración entre las compañí­as Pemex y Lukoil”, indicó.

Malayán abundó que “muchos habitante de Jalisco y de otras regiones usan la electricidad que sale de las estaciones que se construyeron en colaboración con nuestras empresas; la única planta nuclear en México (Laguna Verde) está usando uranio ruso”.

Otros ejemplos de cooperación que citó fueron “el satélite mexicano (que) fue lanzado al espacio desde una ‘raqueta’ (base de lanzamiento) rusa, y la compañí­a Interjet utiliza aviones rusos; apenas hace unas semanas terminó una exposición en el Zócalo capitalino dedicada a su ejército, en la que se exponí­an helicópteros rusos”.

En cuanto al turismo, señala el embajador que “tuvimos más de 100 mil personas el año pasado” y subraya que el turismo ruso a México crece en proporciones mayores que en el caso de otros paí­ses.

En torno a las relaciones culturales, Malayán citó algunos ejemplos: “este verano una orquesta sinfónica del Estado de Puebla va a participar en un festival en Krasnoyarsk, Siberia”.

Asimismo, se refirió a los “Dí­as de México en San Petersburgo (festival cultural realizado en 2011); o los recientes conciertos de la Filarmónica de San Petersburgo (considerada una de las mejores del mundo); en Rusia se conoce muy bien la obra de Alfonso Cuarón, y en enero hubo un festival de cine ruso en México”

“Así­ que tenemos muchos lazos y muchos contactos. Yo nada mas tendrí­a que manifestar mi satisfacción, pero quisiera subrayar que hay que trabajar mucho más”.

“Hay una cierta quí­mica entre nuestros pueblos, nos atraemos, y cuando aspiro a entenderlo, quizás el secreto está en que los dos pueblos le damos mucha importancia al alma del ser humano”.

El diplomático dijo que al preguntar a turistas rusos cómo viajan de tan lejos, “y que tampoco es barato”, le dicen que “no sólo les atrae el sol o las playas, o la cultura y la historia. Lo más importante, me dicen, es que se sienten como en casa, no sienten agresión alguna y son tratados como amigos, y así­ nuestra tarea es reafirmar este entendimiento”.

“Lo más importante es seguir con la tradición de las relaciones amistosas de Rusia con México. Quisiera que estas relaciones se hicieran mejores todaví­a y para ello voy a hacer todo lo posible, todo lo que dependa de mí­â€, aseguró el embajador de la Federación Rusa.

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