Los de Anderson se imponen con sufrimiento a Corea gracias a un solitario penalti de Granvquist.

La selección de Suecia logró tres puntos de oro en la búsqueda de la clasificación hacia octavos de final al superar a Corea del Sur gracias a un penalti claro, que tuvo que ser señalado por el VAR. No falló Granqvist y los nórdicos se llevaron un triunfo más que merecido por su superioridad, y que sirve además para complicar la situación de Alemania, ahora tercera de grupo y con cero puntos tras su derrota ante México.

Sin Ibrahimovic sobre el césped, el partido se fue calentando en la previa con una película de espías inédita entre dos equipos muy respetuosos históricamente. Sucedió en Rusia, país en el que ser espía todavía tiene su valor, pero nada tuvo que ver con conspiraciones geopolíticas. Los suecos enviaron a un emisario para conocer al equipo coreano en su concentración y terminó usando un telescopio desde un chalet alquilado en las montañas austriacas. El técnico asiático, conocedor del asunto, cambio los dorsales a sus jugadores para despistar al avezado espía.

Los nórdicos fueron superiores a Corea del Sur erraron demasiadas ocasiones

La guerra de los agentes secretos dio paso a un partido muy abierto, en el que Suecia demostró que la tradición futbolística tiene mucho peso en un Mundial. Los nórdicos fueron superiores a Corea del Sur, pero echaron de menos la clarividencia de sus hombres de ataque. Especialmente desafortunado estuvo Markus Berg, que dispuso de hasta tres ocasiones claras en el primer tiempo, pero se encontró siempre con la pericia de Jo Hyeonwoo, el joven portero coreano, que tuvo la sangre fría de un desactivador de bombas para mantener su portería imbatida.

Suecia se propuso imponer su superioridad cuanto antes y marcar un gol que le hiciese no sufrir en el segundo tiempo. Y los de Janne Andersson hicieron méritos más que suficientes para lograrlo. Emile Forsberg lideró las acciones entre líneas, pero fueron los extremos los que encontraron una y otra vez a Berg y a Toivonen. El delantero del Al-Alhi rozó el gol con un remate dentro del área pequeña, pero el portero apareció a tiempo para desviar el balón.

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Corea se limitó durante muchos minutos a aguantar el chaparrón. Tan solo un par de contragolpes llevados por Son, el jugador de mayor talento, llevaron el nerviosismo a la portería de Olsen. La presión sueca les impedía superar siquiera el centro del campo, con lo que defender en su área parecía lo más inteligente hasta ver nuevas opciones.

Y estas surgieron en un comienzo del segundo tiempo en el que el equipo coreano dio un paso adelante. Apareció Hwang, delantero del Salzburgo y otra de las figuras de su selección, y cerca estuvo de dar la sorpresa en una llevada por la derecha. Pero, el fútbol es un deporte impredecible y cuando mejor estaban los coreanos llegó el gol sueco.

Hwang tuvo el empate en el descuento

Claesson intentó controlar un centro al área desde la izquierda, pero el central Kim Young Gwon se lo impidió y lo derribó de forma clara. Nada señaló el árbitro salvadoreño Joel Aguilar en un principio, pero el VAR le advirtió de la pena máxima segundos después y tras una larga protesta de los suecos. Granqvist engaño al portero coreano y logró un gol que habían merecido a lo largo de todo el encuentro.

De ahí al final reaccionó el equipo asiático para buscar el empate. Tae Yong dio minutos incluso a Lee, canterano del Barça hasta hace un año que ahora milita en el Hellas Verona, pero el resultado no se movería. Rozó el gol Hwang con un remate de cabeza franco que lazó fuera por milímetros.

La victoria sueca resultaba un botín de dimensiones considerables tras la derrota de Alemania, con quien se tendrán que medir en el siguiente duelo. Si evitan una derrota, su clasificación para octavos estarían mucho más cerca. Y lo que es más sorprendente, la eliminación de los germanos sería un hecho.

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