El jefe del Servicio de Seguridad de Ucrania ha anunciado que el corresponsal de guerra está vivo y que no fue asesinado porque las autoridades ucranias frustraron un plan ruso.

Un día estaba muerto y al siguiente dando una rueda de prensa. El periodista ruso Arkady Bábchenko, sobre quien las autoridades informaron de que había sido asesinado el martes en Kiev, compareció este miércoles ante los medios para demostrar que estaba vivo y reconocer que había participado en la pantomima de su falsa muerte para desmontar, junto a las autoridades locales, un verdadero plan del Kremlin para acabar con su vida. El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) aseguró que ha trabajado casi dos meses en el montaje con el objetivo de detener a las personas que supuestamente habían recibido la orden de asesinar a Bábchenko.

Menos de 24 horas después de que la prensa de todo el mundo informara del crimen, el reportero de guerra, de 41 años, reapareció ante las cámaras para explicar que fingir su propia muerte era una forma de desactivar un plan en marcha para asesinarlo.

En una rueda de prensa abarrotada de periodistas, Vasili Gritsak, director del SBU, comenzó asegurando que la inteligencia ucrania, con la que colabora estrechamente la CIA, tenía pruebas irrefutables de que el Kremlin había pagado 30.000 dólares (25.700 euros) a un excombatiente ucranio para que este asesinara a Bábchenko en Kiev. Tras casi 20 minutos, y cuando parecía que la comparecencia llegaba a su fin, Gritsak dijo que no quería terminar sin felicitar a Bábchenko por su cumpleaños, en referencia a un suceso de hace justo cuatro años en el que se lo prohibió al reportero viajar al este del país a bordo de un helicóptero militar que posteriormente fue derribado por los separatistas. Un hecho que el propio Bábchenko había recordado en su cuenta de Facebook horas antes de que se anunciara que había recibido tres tiros en el portal de su casa. La prensa internacional se hizo eco del mensaje en la red social como si fuera una ironía del destino. “Volví a nacer”, decía. En realidad, todo estaba preparado.

Tras la extraña felicitación de Gristak, el ‘muerto’ irrumpió en la sala vestido con una sudadera negra con capucha. Unos segundos de asombro e incredulidad dieron rápidamente paso a los vítores de los periodistas congregados. El reportero pidió perdón a todos los que habían caído en el engaño. “Me gustaría disculparme por todo lo que habéis tenido que pasar”, dijo Bábchenko al borde de las lágrimas. “Lo siento, no había otra forma de hacerlo”.

Gritsak informó después de que el autor del “asesinato” fue detenido, aunque no explicó cómo el montaje de su muerte propició el arresto del supuesto sicario, del que no se ofrecieron más detalles. El fiscal general, también presente, informó de que “era necesario el montaje de su muerte para lograr que aquellos que la ordenaron creyeran que su plan se había ejecutado satisfactoriamente”.

Bábchenko ha trabajado en el periódico Moskovski Komsomolets, la publicación de más tirada de la capital rusa. Fue en ese diario donde Bábchenko comenzó su carrera periodística y literaria. Antes, con 18 años, mientras estudiaba Derecho en Moscú, fue reclutado para combatir en la primera guerra de Chechenia (1994-1996). Poco después decidió volver participar en la segunda (1999-2003), aunque esta vez como voluntario.

Traumatizado por lo vivido en Chechenia, abandonó el Ejército y decidió relatar los horrores de aquel conflicto. Poco después también comenzó a reportear sobre otros enfrentamientos bélicos en los que participaba Rusia. Muy crítico con el Kremlin, Bábchenko tuvo que abandonar su país en febrero de 2017, después de ser amenazado por decir que no lamentaba que un avión militar ruso que se dirigía a Siria se estrellara en el Mar Negro con 92 personas a bordo. Primero se mudó a República Checa, poco después a Israel y finalmente se instaló en Kiev, donde todavía ha seguido recibiendo miles de amenazas, según ha asegurado en la comparecencia.

El presidente ucranio, Petró Poroshenko, dijo en Twitter que “Moscú no se iba a calmar”, e informó de que había ordenado una protección especial para Bábchenko y su familia.

Tras conocer que Bábchenko sigue vivo y que no ha sido asesinado, el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso ha asegurado que todo lo sucedido en las últimas horas ha sido una maniobra con fines propagandísticos. La Federación Europea de Periodistas ha condenado la actitud que ha tenido el Gobierno de Ucrania al defender la “mentira” y ha asegurado que su comportamiento ha supuesto una “inaceptable manipulación de la opinión pública”.

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