[media url=”http://www.youtube.com/watch?v=z_LkzRLFtsU” width=”600″ height=”400″]

comercial tailandesOPINIí“N.- Hay veces que una idea, marca por completo tu vida. La comunicación es sin lugar a dudas la mejor forma de avanzar en busca de un mundo mejor, cargado de oportunidades y de grandes esperanzas. Hay un dicho popular que desde antaño se ha ido transmitiendo de generación en generación, y que como todo acervo cultural, está cargado de verdad: “Dar es recibir”.
Este spot es un comercial de la empresa de comunicaciones tailandesa TrueMoveHes, un recordatorio de todo lo que se puede lograr siendo amable sin esperar nada a cambio, informó The Huffington Post. En las imágenes se aprecia a un niño que intenta robar unas medicinas para su madre enferma, pero es capturado. El dueño de un restaurante intercede por él, lo protege y paga los medicamentos, además le ofrece comida. Treinta años después, todo ha cambiado… Prepara tu caja de pañuelos porque definitivamente este comercial te hará llorar.
Pero es un ví­deo que ha sabido llegar al corazón del mundo, ya cuenta con millones de reproducciones en internet y es que los creativos de la agencia publicitaria encargada del spot se han cubierto de gloria con este espectacular corto de 3 minutos de duración.
Si en la vida todos tuviéramos una actitud de esperanza, una actitud dadivosa y generosa con los demás, el rumbo y la marcada violencia que envuelven nuestros dí­as mejorarí­a de manera inmediata. Cuando lloramos viendo este spot no lo deberemos hacer por ternura, sino por la pena que nos debe producir ver que esos sentimientos, finjidos en una pantalla, parecen más reales que los que cada dí­a demostramos con nuestro prójimo, con nuestro vecino, con nuestro hermano o con nuestro compañero de trabajo. Dar es recibir, dicen los que en su cara reflejan el paso de los años con arrugas. Y es curioso que aquellos que ven más de cerca el final de sus dí­as por el paso inexorable del tiempo, son los que reconocen que en la vida habrí­an sido más felices si hubieran compartido más. Es por esto que yo me pregunto, ¿Por qué esperar a entonces para proyectar esta cadena de favores en nuestro mundo cercano? Porque esta vida se cambia de uno en uno…  Y lo ideal es empezar por nosotros. Si en nuestro entorno hiciéramos una cadena fuerte, de grandes eslabones, en la que no existiera la maldad, el odio, los celos… Ya sean personales o profesionales, la envidia, la antipatí­a, la acritud. Tendrí­amos una fortaleza inmune al resto del mundo. Tendrí­amos alegrí­a, sonrisas nacidas de la verdad, tendrí­amos un sincero bienestar… Y esa cadena, no quiero pensar que sea una utopí­a.

 

DEJA UNA RESPUESTA