La editorial Bloomsbury, que publicó hace 20 años (el 26 de junio de 1997) Harry Potter y la piedra filosofal, el primero de los siete libros que conforman la exitosa saga de J.K. Rowling, intentará romper hoy el récord Guiness con la mayor asamblea de personas disfrazadas del niño mago, unas 600, en la localidad de Bolton.El reto es en colaboración con colegios y librerías locales.

Mientras, una veintena de librerías en Reino Unido preparan juegos y concursos de preguntas y respuestas (quizzes) sobre Potter, para amenizar las incipientes vacaciones de verano, al tiempo que la British Library (la biblioteca nacional británica) prepara para otoño una exposición dedicada enteramente al niño aprendiz de mago.

Apenas un mes después de que Tony Blair y su nuevo laborismo ganara las elecciones británicas en 1997, y después de que otras ocho editoras rechazaran el libro, se publicó el primer tomo de esta saga convirtiéndose en un fenómeno de ventas inmediato.

La escritora J.K. Rowling, nacida en 1965 en el suroeste de Inglaterra, era una madre soltera y divorciada que antes de alcanzar la fama necesitaba de la ayuda social para salir adelante mientras los editores le rechazaban una y otra vez su manuscrito.

Creadora de un imperio mágico que deslumbró al mundo, Rowling sobrevivió a las adversidades para convertirse en una escritora de fama mundial. Es la que tiene más ingresos del mundo según la revista Forbes, y la tercera en la lista de celebridades. Rowling tiene una fortuna estimada en 650 millones de libras (820 millones de dólares), según la lista de los más ricos del Sunday Times.

Más de una década después de que se publicara la primera de las siete novelas de Harry Potter, esta autora que se licenció en francés y lenguas clásicas por la Universidad de Exeter  contó a una multitud de graduados de la Universidad de Harvard el fracaso “a escala épica” que fue su vida en una época.

“Un matrimonio excepcionalmente efímero había estallado, estaba desempleada, era una madre sola, y tan pobre como es posible serlo en Reino Unido, aunque sin carecer de un techo”, dijo en aquel discurso en junio de 2008.

Veinte años después de la aparición de Harry Potter y la piedra filosofal, que inspiró a una generación de jóvenes lectores, y a sus padres, es difícil imaginar a Rowling antes de su célebre carrera literaria.

Los libros de Harry Potter se han traducido a 79 idiomas y convertido en ocho películas  y en la franquicia más exitosa del cine, superando a la de James Bond o Star Wars­, y en una producción teatral en Londres, que se estrenará en Nueva York el año próximo.

Tal riqueza le debía parecer inconcebible a comienzos de los 90, cuando trabajó como profesora de inglés en la ciudad portuguesa de Oporto. Pasaba su tiempo libre escribiendo borradores del cuento mágico, pero en 1993 se separó de su marido y dejó el país con su hija de cuatro meses de edad. Rowling continuó trabajando en Harry Potter en Edimburgo, en una vieja silla de roble en su vivienda social o en un café, The Elephant House, que hoy visitan miles y miles de fans. Tal es el gancho de la historia de la autora, que la vieja silla en la que se sentaba se vendió por 394 mil dólares en una subasta en Nueva York en 2016.

El éxito inicial en tierras británicas propició su desembarco en EU, donde el libro se lanzó en 1998 con el título de Harry Potter y la piedra del hechicero, pues la editora temió que los lectores estadunidenses no entendieran la palabra “filosofal”, relacionada con la alquimia.

En 1999 se publicó por primera vez en español y, en 2001, la productora de cine Warner Bros. estrenó con un enorme éxito en taquilla su adaptación de la saga, con un reparto principal de actores británicos, tal y como exigió Rowling.

La saga de novelas en conjunto comercializaría más de 450 millones de copias por todo el mundo convirtiéndose en la serie de libros más vendida de la historia. Además, entre 2010 y 2016 se inauguraron tres parques temáticos exclusivamente dedicados al universo de Harry Potter, el primero y el tercero en EU (Orlando y Hollywood), y el segundo en Japón (Osaka).

En la primera entrega de la saga, Harry era un niño huérfano que vivía con sus crueles tíos hasta que en su undécimo cumpleaños recibió una misteriosa carta anunciándole su admisión en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.

Entre las claves que explican su éxito, los críticos destacaron la mezcla de géneros, recogiendo la tradición de novelas victorianas y eduardianas sobre la vida en los internados británicos en combinación con un universo fantástico. También fue un acierto, según los expertos, que los personajes crecieran al mismo tiempo que sus lectores, ya que si en el primer libro Harry tenía 11 años, en el último, publicado en 2007, había cumplido los 17. Además se le atribuyó el incremento del hábito de lectura de toda una generación.

DEJA UNA RESPUESTA