ELMUNDO.- Un tren de cercanías descarriló este domingo en el Bronx, uno de los cinco distritos de Nueva York. Al menos cuatro personas murieron y 63 resultaron heridas en una de las líneas locales más transitadas del país y tocada este año por los accidentes y las acusaciones de negligencia.
Andrew Cuomo, el gobernador del estado de Nueva York, aseguró que hay que esperar a la investigación y no especular sobre las causas. “No sabemos exactamente qué pasó”, dijo el gobernador, junto al tren descarrilado, en rueda de prensa.
Un pasajero, Frank Tatulli, aseguró que el tren iba a una velocidad más alta de lo normal al tomar una curva difícil, cuando estaba a unos 100 metros de una estación del sur del Bronx, en un barrio residencial lleno de colinas junto al río llamado Spuyten Duyvi. El presidente de la empresa de transportes local, Tom Prendergast, dijo que la velocidad será investigada como “uno de los elementos”.
Siete vagones descarrilaron y estuvieron a punto de caer al agua del río Harlem, entre el Bronx y Manhattan. Los muertos y la mayoría de los heridos más graves viajaban en dos vagones volcados que dieron varias vueltas hasta la orilla. Entre los heridos también está el maquinista, según explicó el gobernador Cuomo. El jefe de policía de Nueva York, Raymond Kelly, aseguró que el maquinista ya ha sido entrevistado “de manera informal”. El conductor, un veterano con dos décadas de experiencia, estaba obligado a frenar antes de entrar en la curva.
El tren número 8808 se dirigía a Grand Central Station, en el centro de Manhattan, desde Poughkeepsie, unos 130 kilómetros al norte de Nueva York. Habitualmente esta línea que bordea el río Hudson transporta 18.000 pasajeros al día, pero en este tren apenas viajaban un centenar de personas. El tren descarriló sobre las siete y veinte de la mañana de un fin de semana festivo.
Las tres líneas de Metro-North, Hudson, Harlem y New Haven, que unen Nueva York con las ciudades ricas del norte del estado y del vecino Connecticut, transportan hasta 83.000 pasajeros al año, funcionan desde hace 30 años y hasta ahora tenían fama de puntuales y seguras. Pero Metro-North ha tenido un mal año.
Negligencia y descontrol
En mayo, 76 personas fueron heridas cuando dos trenes de esta empresa chocaron en Connecticut. Ese mismo mes, un trabajador murió en las vías arrollado por un tren. En julio, descarriló un tren de mercancías, cargado de basura, en la misma zona del Bronx del accidente de este domingo. Y al final del verano hubo varios cortes de luz.
En septiembre, un informe del inspector general de la agencia de transportes local reveló casos de negligencia y descontrol entre maquinistas y supervisores. Uno de los ejemplos que ponía el informe era el de un inspector encargado de mantener los trenes y que en lugar de cumplir con su labor se dedicaba a hacer compras e irse a comer en horas de trabajo. Este empleado fue despedido tras la publicación del documento.
El ingeniero jefe del Metro-North reconoció este mes que las líneas se han quedado “atrasadas en varias áreas” y no se han completado en todas las zonas los controles obligatorios cada cinco años.
Como medida rutinaria, agentes del FBI también están investigando el descarrilamiento del Bronx, aunque de momento tratan el suceso como un accidente. Un portavoz del estado de Nueva York aseguró que no hay indicios de un ataque terrorista.